Un muerto y tres heridos en el cuarto encierro de los sanfermines
Uno de los toros mató a un corredor de una cornada en el cuello. Uno de los heridos está en grave estado. Desde 1922 han muerto en total 15 personas.
«Capuchino» llevó hoy la tragedia al cuarto encierro de los Sanfermines de Pamplona y se convirtió en uno de los toros más peligrosos de su historia al matar con una cornada en el cuello a un corredor.
Los servicios sanitarios que atendieron al herido, de entre 25 y 30 años y aún no identificado, intentaron reanimarlo en plena calle y luego lo trasladadon al Hospital de Navarra, donde fue operado de urgencia, pero una hora más tarde se confirmó su muerte.
Presentaba una herida que afectaba al «pulmón izquierdo, aorta y cava» y un paro cardíaco al ingresar al centro, según un portavoz, por lo que no fue posible hacer nada por él.
Otras tres personas también resultaron heridas por asta de toro, uno en el abdomen y dos en el muslo. En total fueron hospitalizados seis lesionados y uno está grave en la unidad de cuidados intensivos.
El de hoy es el primer fallecido por una cornada desde 1995, cuando la víctima fue un estadounidense, al igual que en 1980. En 2003 murió otro «mozo», un veterano corredor navarro que sufrió una caída y quedó en coma a consecuencia del golpe. Dos meses después falleció.
Desde 1922 han muerto en total 15 personas.
«Capuchino» pertenecía a la ganadería de Jandilla, una de las que más heridos por asta de toro ha dejado en los últimos años en Pamplona. Desde el principio se mostró muy peligroso, enfiló en primera posición y comenzó a atacar a los corredores que se ponían delante.
La agresividad del toro colorado dio emoción a la carrera, pero también drama: al llegar a la plaza del Ayuntamiento se llevó a tres «mozos» de una tacada y embistió contra el vallado, aunque sin dejar heridos allí. Se quedó rezagado y más adelante corneó a otro corredor en el abdomen. Todo el encierro fue muy rápido, de menos de dos minutos, y accidentado, y en la recta de la calle de la Estafeta hubo varios atropellos.
«Capuchino» se quedó atrás, se desplazaba al paso y mirando alrededor, pese a los esfuerzos por acelerarlo de los «mozos», ya que el resto de la manada ya había llegado a la plaza de toros donde acaba la carrera. Tardó cuatro minutos 20 segundos hasta la puerta de los toriles.
En el peligroso espectáculo de San Fermín se liberan cada mañana – hasta el 14 de julio- seis toros y seis cabestros o mansos que corren por las calles de Pamplona hasta la plaza, donde los toros son lidiados en la tarde por los toreros.
Cientos de «mozos» vestidos de blanco y con un pañuelo rojo al cuello corren por delante de los animales en el recorrido de 825 metros y llevan como única defensa un periódico enrollado. La fiesta de San Fermín se popularizó en todo el mundo gracias a la presencia del escritor estadounidense Ernest Hemingway, que la inmortalizó en su novela «Fiesta» (1926).
DPA
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