Un refugio para 40 especies de flora y fauna

El paseo costero sobre el río Limay no para. A tres meses de inaugurarse la extensión entre avenida Argentina y La Pampa, se anunció que en agosto comenzará la extensión hasta calle Leguizamón, obra que podrá disfrutarse en el verano. Es el tramo que mayor logística requiere, pero también el de mayor belleza paisajística con una tupida arboleda y fauna autóctona.

El desarrollo urbanístico será idéntico al que ya cuenta el Paseo de la Costa y el balneario Río Grande, será ejecutado por los loteadores privados, con una inversión de 12 millones de pesos.

En los 450 metros entre La Pampa y Leguizamón están las cotas de inundaciones de la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas, por lo tanto el suelo se debe elevar para evitar que sea anegado por posibles desbordes del río. También se construirá un terraplén de defensa con piedras.

La espesa arboleda obligó a los arquitectos diseñadores a pensar en bicisendas y sendas peatones con curvas en varios sectores para rodearlos y no tener que retirarlos.

En cercanías de calle Leguizamón, a la altura de los terrenos del EPAS, se construirá un puente peatonal que permitirá cruzar hacia la isla, donde se delimitarán también senderos para recorrer a pie hasta llegar a la costa sur del balneario Sandra Canale.

Río Senguer

El proyecto prevé además la apertura de calle Río Senguer que en la actualidad se encuentra cortada a la altura de Leguizamón. Será de doble mano hasta Pampa y allí se construirá un cantero que servirá de rotonda para que los autos puedan continuar por Democracia hacia el Río Grande o Paseo de la Costa o tomar por La Pampa hacia el centro de la ciudad.

Las obras tienen un plazo de ejecución de 150 días, están previstas comenzarán en agosto con un plazo de finalización estimado para la próxima temporada de verano.

Marcelo Bermúdez, secretario de Coordinación de la Municipalidad.

Un escenario que estuvo tapado

En las últimas seis décadas no se podía acceder a determinados sectores del río Limay, porque los privados impedían su ingreso. El caso más emblemático es el paredón en Río Grande, sobre avenida Argentina.

Cuando fueron escriturados los terrenos de la costa, el río estaba mucho más retirado y luego avanzó. Los planos de mensura de aquellos años muestran que los límites de algunos terrenos llegan hasta por lo menos cinco metros adentro .

Por esta razón, Cordineu se vio en la necesidad de acordar la liberación de una parte de la costa.

En las islas habitan más de 40 especies como la garza, el biguá, maca, patos, gallaretas, cuervillos de cañada y otros. También se pueden encontrar aves terrestres que buscan alimento en el ambiente ribereño como el benteveo, la loica, tordos, cachuditos, golondrinas, cardenal y el carpintero real.

En lo que respecta a la flora, los ambientalistas sostienen que hay especies que lograron adaptarse. Conviven los sauces y álamos con arbusto espinos, jarilla de río y el piquillín. También existen totoras, juncos, coirón y olivillo. La nueva isla se inunda cuando el río crece a 1.200 metros cúbicos por segundo.