Una herramienta formidable

El primer sábado de julio se conmemora en todo el mundo el Día Internacional de la Cooperación.

La consigna 2008 se enmarca en la conjunción de dos ejes temáticos de actualidad: «Responsabilidad social cooperativa y vida democrática».

La meta cooperativa es la construcción de opciones y alternativas solidarias para una mejor calidad de vida de toda la sociedad.

En esa perspectiva resulta imprescindible que todos los protagonistas sociales, singularmente en nuestro caso las cooperativas, como organizaciones socioeconómicas secularmente relevantes rescaten y enriquezcan grados de conciencia respecto a la responsabilidad que implican la organización y el funcionamiento de una auténtica cooperativa así como las consecuencias que ésta supone e implica en cada uno de sus actos para todos sus miembros y los terceros en general.

Luce clave entender la importancia y singularidad de la cooperación en tanto rescata y enriquece el valor de la dignidad e influencia personal de sus adherentes, considerándolos efectivamente en la redistribución de los excedentes cooperativos para una genuina promoción del bienestar general en términos de inclusión y paulatina movilidad ascendente de sus segmentos asociados más vulnerables.

 

¿Cómo lo hace?

 

La incidencia de este accionar, fundamentado ante todo en una concepción ética, supone un efecto que universaliza y contribuye en la construcción de la vida democrática en tanto fortalece derechos humanos esenciales como lo es el derecho al trabajo digno -urbano y rural- y a la participación democrática directa con «precio justo» de los logros económicos, sociales y culturales que desde las organizaciones cooperativas se generan (vg.: frutos del campo, usos y consumos, crédito, vivienda, servicios, etcétera).

Por estos días, para la cooperación el desafío mayor que plantea el reto actual de la tecnociencia es educativo.

La formación y profesionalización cooperativas constituyen el auténtico talón de Aquiles de nuestro futuro.

La profesionalización y recapacitación con innovación continua en la gestión, las artes, destrezas y oficios se han convertido en un insumo cooperativo prioritario para la construcción y reconstrucción de capital social.

La cooperación e intercooperación puede vincular natural, solidaria y espontáneamente personas, oportunidades, bienes, servicios y posibilidades como lo acreditan la cantidad y calidad del protagonismo de clases de cooperativas en toda nuestra geografía nacional, a punto tal de ser valoradas constitucionalmente (vg.: Buenos Aires, art. 41; Córdoba, arts. 7, 35, 36 y 75; Catamarca, art. 58 inc. 3°; Corrientes, art. 163 -las municipalidades patrocinarán la creación de cooperativas de vecinos para fines de interés general o las integrarán-; Chubut, art. 87; Formosa, arts. 40 y 41; Jujuy, art. 72; La Rioja, art. 58; Neuquén, art. 216 -con especial referencia a la exención impositiva de la que gozarán las entidades cooperativas-; Río Negro, art. 100; Santa Cruz, art. 50; Santa Fe, art. 26; San Luis, art. 85; Santiago del Estero, art. 98 y, Tierra del Fuego, art. 30).

Por ejemplo y sólo en materia de servicios esenciales, Córdoba cuenta con cientos de cooperativas para servicios públicos: agua potable y servicios sanitarios: 100; energía eléctrica: 204; telefonías: 79. En Santa Fe, telefonías: 81; agua potable: 107; energía eléctrica: 61. En Buenos Aires, agua potable: 125; telefonías: 117; energía eléctrica: 215. En Entre Ríos, agua potable: 32; telefonías: 5; energía eléctrica: 18. En Mendoza, agua potable: 9; energía eléctrica: 9. En Río Negro, agua potable: 8; telefonías: 12; energía eléctrica: 2. En Chaco, agua potable: 7; telefonías: 5; energía eléctrica: 15. En La Pampa, agua potable: 25; telefonías: 11; energía eléctrica: 29. En Chubut: agua potable: 14; telefonías: 7; energía eléctrica: 30. En Misiones: agua potable: 37; telefonías: 5; energía eléctrica: 8.

Con referencia a la prestación de servicios públicos -entre ellos el eléctrico- por parte de cooperativas, hacen expresa mención a ello las constituciones de Córdoba (art. 75), Chaco (art. 54), Formosa (art. 43), Jujuy (art. 77), La Pampa (art. 42), La Rioja (art. 64), Misiones (art. 59), Neuquén (art. 237), Río Negro (art. 80), San Luis (art. 258).

Finalmente, queda claro que la cooperación y su resiliencia siempre están brindándonos una herramienta formidable para combatir duradera y creíblemente la pobreza, estructural y coyuntural, para generar genuinos puestos de trabajo, satisfacer necesidades físicas básicas, incorporando y reincorporando a todos los excluidos con autonomía, independencia y responsabilidad al sistema social, educativo, laboral, productivo y cultural e incrementando nuestros activos de bandera tangibles e intangibles todo lo posible con progreso, amistad y paz social.

ROBERTO F. BERTOSSI (*)

Especial para «Río Negro»

(*) Docente e investigador de la Universidad Nacional de Córdoba


El primer sábado de julio se conmemora en todo el mundo el Día Internacional de la Cooperación.

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