Unos 200 barilochenses varados en Chile esperan la apertura de la frontera

Piden que los dejen regresar, tal como sucedió con los jóvenes que volvieron de Andorra. Cuestionaron también la circulación de camiones chilenos por el paso Cardenal Samoré.

Así como se gestionó para que traigan a la gente de Andorra, tenemos que lograr que trasladen a la gente de Chile. Es mucho más cercano, menos costoso y podemos hacer la cuarentena”. El mensaje corresponde a un grupo de whats app de barilochenses varados en Chile, desde el cierre de la frontera.

Los días pasan, la cuarentena se extiende, el dinero se acaba y los pasos fronterizos continúan cerrados. Se estima que unos 200 barilochenses aguardan poder volver al país.

“Hay muchos abuelitos y familias con niños. Pero mayoritariamente gente mayor en tratamiento médico. Nos dicen que para cruzar, hay que viajar a Santiago de Chile, de ahí a Mendoza y de ahí venir a Bariloche”, relató la barilochense María José Paez Barcia.

Esta mujer vive en Osorno desde hace tiempo. Se disponía a regresar al país para cuidar de su padre cuando se dispuso el cierre del pasó Cardenal Samoré. “En octubre cuando hubo un estallido social, muchos nos quedamos sin trabajo. Cuando quise volver, ya no me dejaron pasar”, explicó.

Consideró «una locura pensar en viajar hasta Santiago no solo por el gasto sino por el riesgo de contagio”, agregó.

Advirtió que el impactante número de casos de coronavirus en Chile corresponde a que “en ese país se hacen test masivos, cosa que en Argentina no sucede”.

“Entiendo los tratados entre países pero si todo es tan peligroso: ¿por qué permiten ingresar camiones chilenos todo el tiempo a Argentina? Podrían ponernos un bus que pagaríamos nosotros, que no pare en ningún lado y hacer la cuarentena perfectamente allá, como hizo la gente de Andorra”, recalcó Paez.

La barilochense Silvana Castillo relató que su madre, de 64 años, se encuentra en la Isla Calbuco, a unos 60 kilómetros de Puerto Montt desde el 7 de marzo. “Cuando fue a la terminal, los pasajes se habían agotado y después ya cerraron la frontera. Completó un formulario en el Consulado Argentino con sus datos pero solo quedaron en avisarles cuando se habilite la frontera y el transporte”, relató la mujer.

Contó que su madre, Cecilia Valenzuela, sufrió una estafa un mes antes del viaje “con el cuento del tío”. “Estaba tan estresada que la convencimos para que viaje a Chile. Pero dio de baja todas las tarjetas así que hoy, no tiene un peso y ni siquiera podemos ayudarla. Prepara la comida en el lugar a donde se está quedando y con eso paga la estadía”, contó Castillo.

Jorge Perez es otro barilochense que llenó el formulario en la Embajada Argentina pero no recibió hasta ahora respuesta alguna. Permanece en Curacavi, a pocos kilómetros de Santiago de Chile, desde el 26 de febrero.

“Es muy duro esto de no saber cuándo podremos regresar. Estoy en la casa de unos familiares pero el dinero se acaba y no tenemos ninguna respuesta concreta”, aseguró el hombre.


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