Vecinos del centro de Roca lidian con los desbordes cloacales hace casi un año

Foto: Marina Contreras

Foto: Marina Contreras

Los vecinos del barrio Casco Céntrico de Roca continúan lidiando con un enorme problema de cloacas hace casi un año. En sólo un mes llegaron a pedir hasta diez veces el camión atmosférico para evitar que se les inunde la casa y a pesar de ello deben soportar todos los días las extensas lagunas de fluidos, al pie de la vereda de ambos lados, que cubre una cuadra y media de calle Córdoba. También aseguran que en el mismo lugar concluye agua de un caño roto.

«Este problema lo tenemos hace muchísimos meses y nos terminamos acostumbrado a tener ese enorme charco de líquido que al estar estancado se convirtió en un gran foco infeccioso. Ya nos cansamos de hacer reclamos y nadie se acerca a hacer ni una limpieza. Corremos un gran peligro, esto podría afectar nuestra salud», relató Susana vecina que vive frente al canalito en la intersección de calle Isidro Lobo y Córdoba.

Esta vecina aseguró que tras las reiteradas quejas, Aguas Rionegrinas le explicó que se trata de un caño de agua roto en calle Buenos Aires, motivo por el cual el agua corre por tres cuadras y se deposita en la esquina de su casa donde hay un bajo.

Pero este no es el único problema que se encuentra afectando a las familias de esta zona. Los frecuentes desborde de líquidos cloacales, que manifiestan tener quienes viven allí, también data de hace mucho tiempo. Así lo relató Antonio, que de manera cotidiana debe cruzar calle Córdoba, inundada de aguas servidas, para poder ir a comprar al supermercado que se encuentra en el barrio. «Como tengo problemas en la cadera no puedo saltar los charcos, tengo que caminar varias cuadras más para dar la vuelta e ir a comprar. Además lo hago para no tener contacto directo con esa contaminación porque eso después lo llevamos a la casa y tenemos que desinfectar todo», sostuvo mientras señalaba el agua espesa de color verdoso depositada en plena calle.

Quienes viven sobre calle Córdoba deben llamar al camión atmosférico de ARSA mínimo una vez por semana. Varios son los vecinos tienen patios de donde le vierten las aguas servidas. «Lo que necesitamos es que de manera urgente se ponga en marcha la obra que nos dijeron que estaba programada para este mes. Hemos agotados todas las posibilidades porque estamos cansados de vivir con ese olor nauseabundo que se potencia los días de mayor temperatura, que no nos deja abrir ni puertas ni ventadas», manifestó enojada Mariela, que se mudo al barrio en noviembre del año pasado.

Agregó que cuando llegó y comenzó a detectar los problemas de cloacas gastó $1800 para solucionarlo, pensado que se trataba de un desperfecto en su departamento, pero terminó comprobando que se trata de un problema mucho más grande que afectaba a todas las familias de la zona.


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