Venecia, un premio en sí mismo para el corto argentino
Aunque no ganaron el premio, la roquense Celina Carbajal y compañía están felices por haber participado
No ganaron. Pero igual sienten que trajeron un premio desde el Festival Internacional 2013 de Cine de Venecia. Para la roquense Celina Carbajal, protagonista del corto “Blanco”, todo la experiencia fue un premio. Celina vive desde los diecisiete en Buenos Aires, adonde primero se graduó de arquitecta y luego se dedicó a actuar. “El corto está hecho contado bien desde los detalles y los primeros planos, con encuadres muy cercanos y precisos… El director (Ignacio Gatica) todo el tiempo está dando pistas, pero nunca tira el relato directamente.” Así, comienza Celina a definir “Blanco”. Y sigue: “Mi personaje se levanta una mañana bastante particular, no se entiende por qué de esa manera y la relación –entre ingenua y sexual– con su hermano (Nicolás Bellati) transcurre en un espacio atemporal, en un lugar rural indeterminado.” Gatica es director en Ojo Argento Producciones, realizador independiente, productor durante cuatro años en Imagen Satelital, y especializado en la señal Muchmusic . En la sala de prensa del Festival, el sábado pasado, a las cuatro de la tarde en Italia, todo era movimiento. Griselda García, autora del cuento sobre el que se construyó el corto, se acomoda en la silla, Celina está pidiendo un café. Acaban de salir de la última proyección demorada del cortos. “Para nosotros, hablo en plural, es una felicidad ver que “Blanco” se mezcla en un lugar donde aparecen tantas miradas distintas, mostrando lecturas en un punto diversas pero con un montón de puntos de contacto”, le dice Ignacio a “Río Negro”. “Más allá de las nacionalidades, salen a la luz inquietudes de contenidos, de estéticas que nos acercan más a algunas películas y, a veces, nos alejan de otras. Pero, en líneas generales, estamos felices de haber integrado ese varieté.” –Estás a miles de kilómetros de distancia ¿Qué dirías si te propusiera el ejercicio de pensar que tus palabras van al diario de tu tierra, serán leídas en Roca… –No me lo digas que me pongo a llorar… Pienso que todo está muy cercano si se tienen las cosas presentes”… Ignacio la salva: “Cuando uno piensa que tenemos quince, veinte horas para llegar a Venecia, y ve las películas que se mostraron acá, siente que esa distancia es relativa. No estamos lejos de lo que le pasa a un tipo en Rumania, Albania, Asia, donde sea. Cómo busca un plano, cómo le gusta mostrar una mano, cómo usa la luz. Encontramos una pila de recursos en común que dejan de lado las nacionalidades y reúnen inquietudes similares. Haber estado acá representando a Argentina, sumando un puntito, es un honor” “Es un lenguaje universal”, cierra Carbajal aún emocionada.
Eduardo Rouillet
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