Sobresueldos: más imputados se defendieron de las acusaciones

Declararon cinco testigos durante la audiencia y este miércoles declara la última testigo para dar paso a los alegatos.

Cinco ex funcionarios de Miguel Saiz declararon este martes en la denominada causa de los “sobresueldos”, continuando con las líneas argumentales que tanto la fiscalía como las defensas han manifestado a lo largo de las sucesivas audiencias.

En tanto, dos de los imputados, el ex ministro de Familia, Alfredo Pega y su par de Gobierno, Seguridad y Justicia, Diego Larreguy, expresaron su inocencia ante el Tribunal que preside Gustavo Guerra Lavayén. El ex ministro Coordinador y de Educación, César Barbeito, amplió y aclaró sus dichos del inicio del juicio hace dos semanas.

Los patrocinantes de los once acusados (el ex secretario general, Francisco González, los ex ministros Omar Contreras, Cristina Uría, Juan Accatino, Pega y Larreguy; los exsecretarios Aníbal Hernández y Sergio Pendas; el extesorero, José Ongaro y el excontador, Gustavo Picci ) insistieron en consultar a todos los testigos acerca de si percibían también adicionales y si firmaban recibos por ese concepto. La suma se pagaba todos los meses en efectivo.

El representante del Ministerio Público, Hernán Trejo, puso énfasis en si el monto en cuestión se pagaba junto o separado del sueldo a lo que todos respondieron que era por separado. El ex subjefe y jefe de la Policía, Jorge Villanova, reconoció su firma en un acta suscripta ante escribano público, afirmando que siempre lo hacía para certificar esa percepción. El fiscal consultó si lo hacía también con su sueldo a lo que el declarante respondió que no.

Los demás testigos fueron el ex secretario de Producción, Daniel Lavayén, el ex secretario de Salud, Daniel Chiozzo, la ex subsecretaria de Administración de Salud, Elida Verné y el director de esa área, Luis Waisberg.

Diego Larreguy: “No soy ladrón”

Al momento de la exposiciones de los acusados, Larreguy consideró como “electoral” la causa que los involucra. Reivindicó su condición de justicialista y dijo sentirse “orgulloso de haber sido ministro de Saiz y de haber acompañado a mis amigos, no imputados”.

Se preguntó “¿por qué puedo ser yo partícipe necesario de un delito que se cometió en el 2004 cuando yo asumí en el 2009?” y recordó que “el ministro que me antecedió no presentó ningún tipo de rendición”, en clara referencia a Iván Lázzari.

“No vine a ocupar un ministerio para robar. Voy a mantener mi militancia en la medida en que no se me siga proscribiendo en función de denuncias penales”, agregó.

En cuanto al mecanismo de pago de adicionales dijo que se enteró de su existencia cuando asumió. “No era función mío hacer un control de juridicidad de este sistema. Continuamos con él porque era legal. Puede sonar desprolijo pero me pregunto cómo era antes de 2003”, manifestó.

“La denuncia tiene un solo origen, electoral. Nos dejaron fuera de juego, a mí como posible intendente de Roca, a Barbeito de ser gobernador. ¿Hasta dónde va a llegar el castigo?. Está claro que ningún ministro se llevó un peso a su casa”, sostuvo.

En cuanto a su función dijo que “endosaba un cheque que no iba a cobrar al banco, sino que se canalizaba a través de las áreas de administración de los ministerios”.

Según Larreguy “los que percibían estos adicionales eran todos funcionarios importantes para el Ministerio de Gobierno. Los que cobraban en su mayoría eran funcionarios designados por decreto. Los empleados decían que siempre se hizo así. Era una costumbre. Que siempre se hace así, significa que estaba bien, porque existían los controles”.

Concluyó que “no me llevé un solo centavo a mi casa que no me correspondiera. Yo perdí plata, me costó recomponer mi oficina después de dejar el Ministerio. Yo no soy ladrón”.

Finalmente comparó los sobresueldos con el cohecho. “Si nosotros pagábamos los que cobraban eran partícipes necesarios. Siempre se hizo así, si eso está bien o mal no era nuestra obligación determinarlo. Nunca hubo una objeción en relación al procedimiento. El Tribunal de Cuentas hizo una auditoría, pero después de la denuncia”, enfatizó.

Alfredo Pega: “No sé de qué se me está juzgando”

En el mismo sentido se expresó el ex ministro de Familia, Alfredo Pega. Relató que mientras fue legislador hasta 2003 cobraba adicionales. “Cuando asumo como ministro de Gobierno se me comienza apagar un adicional como autoridad, me lo pagaba el ministro Lázzeri y era de conocimiento hasta público. Lo tomaba con total naturalidad, como un adicional de responsabilidad, y así lo hice hasta diciembre de 2004, cuando me toca asumir como ministro de Familia”, afirmó.

En esa cartera continuó “con la metodología del ministro anterior. La administración del Ministerio abonaba a los funcionarios el correspondiente adicional”.

Justificó que en algún momento el sueldo de su esposa como directora de escuela en Jacobbaci era más elevado que el suyo como ministro.

“No sé de qué se me está juzgando. Siento tanta impotencia. Se sabe claramente cómo ha actuado cada uno. Los dineros no se ocultan”, indicó para luego emocionarse al recordar a su padre.

Destacó estar “absolutamente convencido de que no he cometido ningún ilícito. Hubo controles. Los recibos quedaban en resguardo del área administrativa, por si existía algún pedido del Tribunal de Cuentas, algún órgano de control o de Justicia. Nunca recibí un alerta de los organismo de control. Siento que no tengo en claro por qué estoy siendo juzgado”.

Por último, el ex ministro de Educación, César Barbeito, amplió su declaración inicial, dando respuestas a algunas preguntas de su abogado acerca de cómo se procedía con los pagos y con qué certificaciones.


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