Volvieron los robos a las estaciones de servicio

Después de unos días de calma volvieron esta clase de asaltos. Son los que más preocupan a la policía neuquina. También tratan de esclarecer el robo de 21.000 Lecop para desocupados.

NEUQUEN (AN)- Los asaltos a las estaciones de servicio (ayer a la madrugada se produjo otro) y el robo de 21.000 Lecop destinados al pago de subsidios a desocupados, mantienen bajo presión a los investigadores policiales que hasta el momento no lograron resolver ninguno de los dos problemas.

En el caso de las expendedoras de combustible, porque la presión de los empresarios llegó hasta la Jefatura. Como ya informó «Río Negro», se quejan de que a la caída en las ventas deben sumar la ola de robos a un ritmo casi de uno por día.

En cuanto al robo de los Lecop, ocurrido el sábado 12, la Policía realizó varios allanamientos como informó este diario en su edición del pasado lunes 14, pero sin resultado. Y desde sectores del gobierno se reclama una resolución urgente para terminar con las sospechas que rodean el caso.

Después de algunos días de calma, los asaltantes de estaciones de servicio volvieron a golpear ayer. Pasados 20 minutos de la medianoche, un joven se acercó al playero de la YPF ubicada en Solalique y San Martín y lo amenazó con un arma.

«Yo estaba atendiendo a un camionero y se me acercó un muchacho. Al principio pensé que lo acompañaba», relató Jorge Piccioli, el empleado. «Me apoyó un arma grande en el pecho, me dijo «dame que te tiro» y él mismo me manoteó la billetera del bolsillo trasero del pantalón».

El asaltante tenía el rostro descubierto, «alrededor de 22 años, vestía vaquero y una remera verde», según la descripción del playero. Le sustrajo 600 pesos y escapó corriendo hacia calle San Martín, donde lo esperaba un Ford Sierra color verde.

Piccioli tiene 9 años de antigüedad en esa expendedora y nunca le había tocado vivir una situación similar, pero cada noche que va al trabajo se imagina que le puede suceder.

Para la policía, los robos a las estaciones de servicio son un problema de difícil solución. Es imposible mantener una vigilancia constante y tampoco han tenido suerte buscando a los autores.

Algunas fuentes policiales dijeron a este diario que «estos robos son cometidos por delincuentes comunes, que ven la ocasión y dan el golpe. Tenemos sospechas de quiénes son algunos pero no logramos las pruebas para llevarlos ante la justicia».

El otro episodio que tiene preocupada a la policía es el robo de los Lecop. Ese hecho ocurrió poco antes de las diez de la mañana del sábado 12, cuando dos sujetos armados se alzaron con los bonos destinados al pago de subsidios a desocupados en el barrio Cordón Colón.

Las fuentes dijeron que no había custodia policial en ese momento, y no están claras las responsabilidades. Alguien tendría que haber organizado la presencia de efectivos, ya que se iba a manejar una suma de dinero importante, pero los policías llegaron cuando ya se había consumado el asalto.

La pesquisa partió de la hipótesis de que hubo un entregador, e incluso se manejaron nombres de varios sospechosos. Producto de esas diligencias se realizaron varios allanamientos, incluso en la vecina Cipolletti, pero sin resultado.

En algunos niveles del Gobierno provincial ese robo no pasó a la historia como uno más, y esperan ansiosos una resolución. Los investigadores creen que a esta altura será difícil responder a esa exigencia y, en caso de encontrar a los autores, reunir pruebas para incriminarlos.


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