La ruta de la empanada en el oeste neuquino

Producto también de la actual recesión económica, en esta zona de la capital neuquina se las ofrece desde diversos puntos de ventas callejeros, donde levantan pizarras e instalan discos para freirlas.

En algunas esquinas y ferias de la ciudad desde hace un tiempo se observan varios puestos de venta ambulante de empanadas. Cada uno con su receta ofrecen diversas variedades como emergente laboral en plena crisis.

La empanada no es argentina aunque mucha gente crea lo contrario. Pocas comidas de las que creemos que son de acá no lo son. La empanada puede llegar a tener una identidad norteña, tucumana, salteña, riojana, pero podríamos decir que se trata de una denominación de origen casi folklórica. La empanada es patrimonio de la humanidad.

Hay quienes dicen que provienen del mundo árabe con cordero y trigo llamadas Fatay, otros afirman que recalaron en la península ibérica en el siglo VIII en simultáneo con el arribo de almíbares y hojaldres.

Fueron introducidas por los “conquistadores” españoles cuando se metieron en América. En España son diferentes dependiendo la región donde se coman y en Argentina van modificándose de provincia en provincia.

En Bolivia se consiguen con pepinos y ají de maní, en Chile gastronómicamente las reconocen como un plato típico con mucho comino. En Costa Rica llevan frijoles, y en México pollo carne y queso. En panamá van rellenas de puré de plátano y la lista de países sigue.

En Neuquén capital se fue formando como emergente a la coyuntura, de un tiempo a esta parte, una ruta de la empanada hacia el oeste de la city. Ofrecidas desde diversos puntos mayormente en las esquinas, se pueden ver diversos puestos con sus pizarras, canastas y discos donde se fríen. También en la feria de la plaza de Boca, los domingos a la mañana hay varios puestos, algunos pegados entre sí y otros diseminados. El olor en el ambiente marca la pauta.

Buscando la mejor empanada de la ciudad me topé con Nicolás y Daniela, quienes están en calle Antártida Argentina al 2000. Ellos montaron un puesto cuando vieron que no podían pagar el alquiler para ellos y su hijita. De la nada aprendieron a cocinar y se instalaron en Avenida del Trabajador, un par de cuadras arriba del sitio donde están ahora.

“Nos corrimos por los arreglos que están haciendo en Avenida Del Trabajador, no es lo mismo, por acá pasa gente pero arriba te compran más. De todas formas pudimos salir adelante y ya lo tomamos como un trabajo serio. Las empanadas son de picada especial, cebolla y ají molido. Comenzamos haciendo de jamón y queso, pero la gente quiere de carne”, cuenta Nicolás mientras revuelve las empanadas que flotan en la grasa del disco. Están bien, son ricas, la masa increíble y bastante cebolla, 160$ la docena. Ese precio es casi una constante en todas las bocas de venta.

Un par de cuadras más adelante está Juan, con una pizarra y un andar intenso, grita, silba, el es su propio marketing. Agita a todo aquello que se mueve en auto, bicicleta, bondi, moto o a pie. Ha montado una mesa con una canasta y allí rebota como un flipper de semáforo en semáforo. “si las cosas no las haces bien, no te compran. La gente se da cuenta. Me dedico a esto hace 15 años” y apura el paso hacia la esquina donde agita una consigna indescifrable que se pierde entre los ruidos de motores y bocinas.

El oeste neuquino no tiene nada que envidiarle a empanadas fritas de carne como las fritas de carne y jamón y queso de Mallorca (nivel dios) y las de carne de caza de La Matera (increíbles).

Seguimos buscando la mejor empanada. Esto apenas comienza.

Te va a interesar:

Cómo hacer unas empanadas bien criollas

Conocé los secretos de las 10 empanadas típicas del país

La búsqueda de la empanada perfecta


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios