Alegría en Rusia, temor en Alemania

Los dirigentes políticos de todo el mundo felicitaron ayer a Donald Trump, cuya elección a la presidencia de Estados Unidos preocupa a Alemania y Francia y alegra a Rusia, China, Israel y a la extrema derecha europea.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, envió un telegrama a Trump para felicitarlo. Moscú jugó un papel inusualmente destacado en la contienda. La campaña de Hillary Clinton y el gobierno de Barack Obama culparon a piratas rusos de filtrar correos del Comité Nacional Demócrata y del equipo de campaña de Clinton. Trump, por su parte, ha elogiado al presidente de Rusia Putin, y los lazos de algunos de sus asesores y exempleados de campaña con Rusia levantaron suspicacias.

“Por supuesto, percibimos con satisfacción que el mejor candidato de los dos presentados a los votantes estadounidenses saliera victorioso”, dijo el líder del partido nacionalista ruso Democrático Liberal.

En medio de las tensiones entre China y EE.UU., el presidente chino, Xi Jinping, se mostró ayer ‘impaciente’ por trabajar con Donald Trump en un clima ‘sin confrontación’.

“Concedo una gran importancia a las relaciones chino-estadounidenses y estoy impaciente por trabajar con usted (Donald Trump), sin conflicto y sin confrontación” para desarrollar los vínculos bilaterales, indicó en un mensaje de felicitación transmitido por la televisión estatal.

El mandatario chino añadió que espera trabajar con Trump sobre la “base de los principios de respeto mutuo y de cooperación mutua”. En los últimos años, las tensiones entre Pekín y Washington se han acentuado, tanto en el plano económico como en el geopolítico. Las actividades de EE.UU. en el mar de China Meridional, donde Pekín mantiene disputas con Japón por la soberanía sobre islas artificiales, ha levantado en varias ocasiones la voz del gobierno chino y dado lugar a enfrentamientos verbales entre el país comunista y el Gobierno de Barack Obama.

Alemania predijo, por su parte, tiempos “más difíciles”, y la canciller Angela Merkel propuso a Trump una “cooperación estrecha” basada en valores comunes.

Los presidentes del Consejo Europeo, Donald Tusk, y del ejecutivo comunitario, Jean-Claude Juncker, felicitaron a Trump y lo invitaron a viajar a Europa para celebrar una cumbre.

La derecha en el poder en Israel está encantada con la victoria de Trump, que considera providencial.

Un ministro cree incluso que acabará con la idea de un Estado palestino. (Ver recuadro)

¿Qué implicará para Rusia?

Aquí, cuatro reflexiones clave:

Un imprevisible Trump: Estados Unidos tendrá el presidente que Putin y los medios rusos prefirieron durante la campaña electoral. “Trump es un político impredecible”, alertó Serguei Rogov, director del instituto ruso de estudios estadounidenses. Por eso no es más que una ilusión creer que la victoria de Trump llevará directo a una mejora de las relaciones.

Estados Unidos deja de servir como modelo: aunque la división de EE.UU. haya surgido de dentro, Moscú también influyó desde fuera. A los rusos se los acusó incluso de ser responsables de ataques de hackers contra el personal de Clinton y el Partido Demócrata. Rusia quiso desatar el caos, señala la periodista María Lipman: “Cualquier disturbio o división interna difícilmente de superar, le viene muy bien a Rusia. El Kremlin quiere evitar levantamientos democráticos en Rusia y en los países vecinos y por eso intenta minar la imagen modelo que proyecta la democracia estadounidense.

Vía libre en Siria: Cuando aún se estaba votando en EE.UU., el Ejército ruso anunciaba ataques suyos en Siria. Rusia seguirá siendo en el país en guerra el poder más fuerte durante los próximos meses, al menos hasta que Trump haya formado Gobierno y probablemente más allá de ese momento, pues EE.UU. tardará tiempo en decidir una nueva estrategia para Siria.

Continuación de las sanciones: A Rusia le gustaría deshacerse pronto de las sanciones de Occidente en su contra, pero los expertos rusos no creen que el nuevo presidente vaya a contribuir a relajarlas.

“Cualquier división interna de Estados Unidos difícil de superar le viene muy bien a Rusia para mostrarse como un Estado sólido”.

Serguei Rogov, director del instituto ruso de estudios

estadounidenses.