Bariloche prevé un 32% más de ingresos propios para 2018

El gobierno municipal destinará el año próximo casi 176 millones de pesos a la realización de obra pública y 117 millones a las políticas de desarrollo social, de acuerdo al proyecto de presupuesto presentado el jueves al Concejo.

Las cifras señaladas no incluyen el pago de salarios y cargas sociales, que es por lejos la cuenta más onerosa, ya que demandará 1.076 millones de pesos, un 57,2% de los gastos corrientes.

El presupuesto total para 2018 presentado por el intendente Gustavo Gennuso prevé ingresos y erogaciones por 2.103,6 millones de pesos, lo cual representa un 25,7% más que el presupuesto vigente. El proyecto fue presentado esta semana, con un atraso de 26 días respecto de la obligación fijada por la Carta Orgánica. Ahora comenzará la evaluación por parte del Concejo, que debe convocar a audiencia pública.

La recaudación de tasas y tributos municipales estimada para el próximo año es de 995,9 millones de pesos (+ 32,9% respecto de este año), mientras que los recursos por coparticipación, regalías y fondo sojero alcanzarían en total los 914 millones (+ 27,1%).

Con el nuevo presupuesto queda demostrado que cada vez es mayor el peso de la tasa de Servicios, que pagan todos los titulares de inmuebles, mientras se reduce la participación de la tasa de Inspección, Seguridad e Higiene, que recae sobre las empresas y comercios y está atada a sus volúmenes de venta.

Según el cuadro de ingresos, la tasa de Servicios recaudará el año próximo 186 millones de pesos (+ 50%), mientras que la tasa TISH aportaría 247 millones (+ 30%).

Otros rubros de ingresos estimados por el gobierno municipal señalan que el próximo año habrá 62,1 millones por “multas y recargos”; 24,7 millones por derechos de publicidad; 15,6 millones por derechos de construcción; 39 millones por estacionamiento medido y 29,2 millones por impuesto a inmuebles “libres de mejoras”.

La diferencia más notable respecto de presupuestos anteriores es el crecimiento de la partida destinada a la obra pública, que otros años era casi inexistente. Esta vez el Ejecutivo propuso destinar 134,7 millones de “recursos propios” a la realización de obras. En el ejercicio en curso son sólo 21 millones.

Ese dato sobresale aun más porque casi no hay previsión de obras financiadas con recursos externos (sólo 24 millones), cuando en años anteriores esa cuenta era sideralmente mayor.

Entre los proyectos enumerados en el presupuesto aparecen 11,5 millones para un laboratorio de bromatología, 15 millones para obras en el cementerio y 25 millones para la realización de “puentes y rotondas”. El Ejecutivo también asignó 32,6 millones al “presupuesto participativo”, una meta que no llega a cumplir con el 7% de los ingresos previsto por ordenanza para ese programa.

La nómina de personal casi no creció de un año al otro, ya que el municipio declara un total de 1.993 agentes, cuando el año pasado eran 1.898. La excepción es la planta de políticos, que tuvo un aumento superior al 10% al pasar de 90 a 101 empleados.

La actual gestión se impuso desde un comienzo la meta de cubrir el gasto total en personal con recursos propios y dejar el ingreso por coparticipación para ejecutar obras y programas. Si bien esa ecuación tiende a mejorar, todavía no cumple con el objetivo. En el presupuesto anterior la recaudación municipal global cubría el 80,3% de los salarios y el año próximo, según las proyecciones, llegará al 89,6%.

El dato