El tren turístico que muestra “la realidad de Bariloche”

Toma distancia de la excursión habitual y de los recorridos por las más lindas postales. En una hora de paseo, el Tren Turístico de Bariloche muestra a los turistas los edificios históricos, el contraste del Bariloche turístico con los barrios más populares, la casa “donde probablemente vivió Hitler”, las plantas autóctonas y medicinales, entre tantos otros datos. En el relato de la guía de turismo confluyen el pasado y el presente. “Es una muestra real de la ciudad”, indican los impulsores del paseo.

La iniciativa nació de dos amigos que trabajaban como empleados en un paseo turístico en Mar del Plata y se intalaron en Bariloche hace doce años. “En Mar del Plata, la temporada es mucho más marcada. Del verano a Semana Santa y en vacaciones de invierno. En Bariloche, en cambio, hay trabajo estable todo el año. A nivel turístico es mucho más parejo”, expresa Ariel Kubis, de 41 años; mientras su compañero Ariel Barrios (38 años) promociona el recorrido.

“Bienvenidos”, dice Patricia Baena, la guía, al iniciar el recorrido a metros del Centro Cívico, al tiempo que convida chocolates a los pasajeros, en su gran mayoría de Latinoamérica.

El tren da una vuelta por el Centro Cívico y Patricia aprovecha para relatar sobre la fundación de Bariloche, las diferentes tribus que ya habitaban la ciudad y los edificios que rodean la plaza. Más adelante describe la zona cervecera, muestra la primera escuela pública y la reconstrucción de la capilla Inmaculada Concepción luego del incendio dos años atrás, “con el aporte del papa Francisco”.

“Este año, la nieve se demoró 45 días en llegar”, agrega señalando a lo lejos el cerro Catedral. “Bariloche no tuvo una planificación en su crecimiento y eso nos hace lamentarlo hoy. Con tanta alteración del clima, este año tuvimos el más bajo caudal del Nahuel Huapi. Tenemos temperaturas que llegan a los 38°C en verano”.

En el Mallín, los turistas bajan para tomar fotografías. Es la única parada. El recorrido continúa por el barrio Sara María Furman, La Cumbre donde “se radicaron las primeras familias chilenas que escapaban de la dictadura de Pinochet”, el barrio residencial Jardín Botánico, preferido por “los profesionales del interior de Buenos Aires, donde muchas casas están construidas con madera de ciprés y donde también crecían las manzanas silvestres que los mapuches intercambiaban por pieles”.

Ante la mirada atenta de los turistas que no paran de tomar fotografías, Patricia señala “el barrio Belgrano, como la zona más exclusiva, elegida por los alemanes”. “Fue un shock saber que Erich Priebke, responsable de la masacre en las Fosas Ardeatinas, fue fundador y director del Instituto Primo Capraro”.

El recorrido culmina en la costanera, con la visita a una chocolatería y una degustación de chocolate caliente.

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