Las esperadas pericias del caso Muñoz no aportaron datos claves

Sin ningún resultado para mostrar del avance de la investigación del homicidio del oficial ayudante de la Policía de Río Negro, Lucas Muñoz, el fiscal Martín Govetto y el abogado querellante Alejandro Pschunder explicaron ayer que los resultados de varias pericias pendientes no aportaron datos clave para esclarecer el crimen del joven policía. Cincuenta días después de que hallaran el cuerpo sin vida de Muñoz, los investigadores aún no se saben quién mató a Muñoz ni dónde estuvo cautivo en esta ciudad.

Los investigadores esperaban con ansiedad los resultados de las pericias que hizo el gabinete de Criminalística y Estudios Forenses de Gendarmería, en la ciudad de Buenos Aires. Los informes demoraron varias semanas. Por eso, cuando desde el Ministerio Público Fiscal convocaron el miércoles a conferencia de prensa se generó cierta expectativa.

“Los resultados de las pericias no nos dieron los resultados esperados pero nos permite reorientar la investigación y mantener otras hipótesis de búsqueda”, admitió Govetto, en rueda de prensa. Aunque no reveló cuáles eran esas hipótesis. Señaló que las peritaciones no hallaron ningún rastro genético de otra persona que pueda servir para cotejar.

“No se encontró ADN y eso nos llama mucho la atención”, reconoció. Y confirmó que el cuerpo lo tiraron en el descampado, ubicado en las afueras de Bariloche, donde lo hallaron el 10 de agosto pasado tras 27 días de búsqueda.

Pschunder responsabilizó al gobierno provincial y a la Policía rionegrina de no haber hallado a Muñoz durante los 26 días que estuvo vivo y cautivo en un lugar de esta ciudad, que aún se desconoce. Govetto no lo contradijo.

“A nosotros nos preocupa, sobremanera, qué hicieron los responsables y estamos hablando de los funcionarios policiales, del gobierno, ¿qué hicieron los 26 días que estuvo Lucas Muñoz vivo en Bariloche?”, planteó Pschunder, que hizo una férrea defensa del trabajo hecho hasta ahora por la fiscalía.

La querella había recusado a mediados de agosto pasado a Govetto, pero limaron las diferencias y ahora trabajan juntos.

Govetto desmintió que Muñoz haya sido torturado. “Estaba bien alimentado, afeitado, y bien cuidado”, describió. Dijo que sospechan que lo mataron con su arma reglamentaria. Y afirmó que no es un lugar de fácil acceso donde arrojaron el cuerpo. “Es un mensaje”, afirmó. Muñoz estaba con su billetera, su arma, tenía su celular y vestido con su uniforme. “Es una escena montada”, sostuvo Govetto.

Javier, el hermano de Lucas, cree que el crimen se llevó a cabo con la complicidad de policías y gente del ambiente delictivo.