Rescatan una semilla de trigo que fue premiada en 1910

Se cultivaba en Colonia Suiza hasta mediados del siglo pasado. También se logró rescatar una variedad de lechuga que llegó desde Alemania y se había dado por perdida.

Rescatan una semilla de trigo que fue premiada en 1910

La gente se va tal como llega al encuentro quincenal. Cargando cajas con muchísimo cuidado. Pero el contenido no es el mismo que cuando llegaron. Se van con nuevas adquisiciones, saberes y desafíos.

En las 73 ferias de intercambio de semillas y plantines que la organización de huerteros Bariloche “De la tierra a las raíces” lleva a cabo desde hace 11 años, han logrado rescatar 180 variedades de semillas y unos 50 árboles frutales.

El mayor hallazgo fue la semilla del trigo que era cultivado de Colonia Suiza y recibió un premio internacional allá por 1910. A lo largo de todos estos años, simplemente había desaparecido. Pero en una de las tantas ferias de semillas, alguien apareció con las semillas y se recuperó el “trigo de Colonia Suiza”. Hoy, son varios los productores que volvieron a cultivarlo.

Otro participante de la feria hizo alarde de una variedad de lechuga que había traído su abuelo a principios del siglo de Alemania cuando se radicó en Ñorquinco. Su nieto siguió cultivándola en su casa en el barrio Jardín Botánico. “Esa semilla la perdimos pero en un encuentro en el barrio Nueva Jamaica apareció una chica que la tenía así que volvimos a recuperarla. Crece muy bien y es muy rústica”, relatan los organizadores.

En los encuentros, también apareció el topinambur, llamada “papa chanchera”, un tubérculo con muchísimas propiedades que según dicen, por ejemplo, permite bajar el colesterol y los triglicéridos.

La feria se realiza cada 15 días, de agosto a diciembre, meses ideales para sembrar. Si bien comenzó en el barrio Frutillar, con los años, fue itinerando por distintos barrios y se sumó el INTA Prohuerta Bariloche.

La entrada es libre y gratuita. Los organizadores aclaran que no se compran ni se venden las semillas o plantines sino que el sentido es “el intercambio solidario” y el conocimiento que “cada huertero pone a disposición de los vecinos”.

“La finalidad es revalorizar lo que tiene que ver con la agricultura orgánica y poner en valor la semilla como germen de vida y alimento. Pero también intercambio de experiencias es sumamente valioso”, destacó Arturo Castagnetto, integrante del grupo de huerteros “De la Tierra a las Raíces”.

Al comienzo del encuentro, las semillas, los plantines y los árboles frutales que llevan los huerteros deben ser rotulados con datos de la especie, variedad, procedencia, usos, años de siembra, época de siembra y huertero, para facilitar el posterior intercambio. También se les recomienda fraccionar las semillas en pequeñas cantidades “para que alcance para todos”.

Luego, cada huertero comenta lo que llevó, brinda algunos datos respecto a la siembra o los cuidados y hasta puede aportar alguna receta. Finalmente, se lleva a cabo el intercambio.

Tras el éxito de la feria de intercambio de semillas en Bariloche, hoy este tipo de encuentros se replica en El Bolsón, Esquel y Zapala.


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