Resisten el boleto más caro para escuelas privadas

Gennuso quiere que los alumnos de colegios que no sean estatales paguen más. En una audiencia pública, dirigentes estudiantiles lo rechazaron

Todas las voces escuchadas este lunes durante la audiencia pública sobre el proyecto regulatorio del boleto estudiantil descalificaron el intento oficialista de recortar ese beneficio a los alumnos de escuelas privadas.

En la actualidad los estudiantes de establecimientos públicos de nivel primario, secundario, terciario y universitario viajan en forma gratuita. Los de establecimientos privados pagan 1 peso.

El proyecto impulsado por el intendente Gustavo Gennuso establece una graduación en “categorías”, según la cual los chicos que concurren a escuelas aranceladas pagarían un boleto que podría fluctuar entre el 20 y el 50% de la tarifa plena, que hoy es de 12,80 pesos. Es decir que pasarían a pagar entre 2,56 y 6,4 pesos por boleto, en función del costo de la cuota de la escuela a la que concurren. Los becados seguirán viajando gratis.

Este esquema fue rechazado por la Federación de Estudiantes Secundarios (FES), a la que pertenece la mayoría de los diez oradores que expusieron ayer.

Iván Dancyker, integrante de la FES y alumno de la Escuela de Hotelería, dijo que el proyecto “estigmatiza” a los jóvenes y que “muchos chicos dejarían de ir a la escuela” si les encarecen el boleto.

Mateo Grandi, de la escuela Los Andes y también miembro de la Federación, criticó que el proyecto de ordenanza “clasifique por el bolsillo” a los usuarios y que defina al boleto estudiantil “como un beneficio y no como un derecho”.

La organización estudiantil había reclamado el año pasado que la gratuidad (concedida hace cinco años y renovada desde entonces por simple resolución) sea consolidada por ordenanza. Pero defendieron el criterio de mantener el boleto simbólico de 1 peso o bien “un costo uniforme del 10%” para los alumnos privados.

El proyecto de Juntos fija los nuevos parámetros para el boleto estudiantil y reafirma también la gratuidad para pasajeros con discapacidad y el descuento del 50% para jubilados. La explicación de sus alcances estuvo a cargo del concejal Gerardo Avila.

Una de las estudiantes que participó de la ocupación del municipio en 2012 (y que terminó en la concesión del boleto gratuito), Griselda Ignazi, se presentó ayer como graduada de la Universidad del Comahue y también defendió el principio de “igualdad para todos los estudiantes de Bariloche”.

En nombre de la Defensoría del Pueblo municipal expuso Margarita Galaz (otra ex participante de aquella lucha) quien criticó el sistema de boleto por escalas para el alumno privado porque violaba “el principio de no discriminación”. Dijo que la recomendación de la Defensoría era no aprobar la ordenanza, que ahora debe ser analizada en comisión.

La estudiante Candela Cerigioni dijo que el proyecto de Juntos “dificulta la inserción social y discrimina según la presunta capacidad económica” de las familias.

Hubo también críticas al subsidio estatal a la educación privada, pero la defensa al boleto semigratuito para esa franja fue unánime.

El concejal Avila negó que el cuadro de categorías planteado en el proyecto agrave la brecha social. “Lo hemos discutido con la Federación y desde nuestro punto de vista no pasa por ahí -argumentó-. El espíritu no es generar división social sino ir hacia un transporte urbano más equitativo y progresivo”.


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