Pasar el invierno sin gas natural, el drama de miles de cipoleños

La Municipalidad puso en marcha el Plan Calor pero es insuficiente para la demanda. Las garrafas son caras y la calefacción eléctrica es un riesgo latente.

La municipalidad inició la segunda entrega del Plan Calor en los barrios que no cuentan con el servicio de gas natural y en el que vive casi el 20% de la población cipoleña. Este año las autoridades decidieron incrementar la cantidad de beneficiarios, en relación al año pasado. Igualmente, las personas que reciben este recurso aseguraron que la leña entregada no es suficiente por lo que deben recurrir al gas envasado o ir a comprar leña económica en diferentes puntos de la zona.

La coordinadora de los Centros de Promoción Comunitaria, Natalia Torres, explicó que el municipio, a través de la dirección de Desarrollo Humano y de Familia, contempla la entrega de cuatro bolsas- de unos 30 kilos aproximadamente- cada quince días.

A su vez reconoció que a veces no pueden cumplir con este cronograma a tiempo por diversas cuestiones como la situación climática o las demoras de los proveedores. Sin embargo, remarcó que la asistencia llega de igual manera a los ciudadanos que están inscriptos en el padrón del Plan Calor.

Pero la realidad que atraviesan las familias de los barrios excede a la asistencia que brindan en los barrios, la mayoría de ellos de bajos recursos. La cantidad de leña no es suficiente para los grupos familiares y por esto deben recurrir a otras alternativas. Uno de esos casos es el de Luis Beroisa que vive en el asentamiento Los Sauces junto a su hermano.

El hombre, mayor de edad y con problemas de salud, indicó que una vez que se les termina la bolsa de leña deben salir a buscar a la calle o esperar a que llegue la próxima entrega. En su hogar, agregó, disponen de una garrafa que la utilizan solo para calentar el agua para bañarse.

A unas cuadras de ese lugar, en el asentamiento Auka Liwen, vive Sabino López. Según explicó allí viven 30 familias pero hasta el momento el municipio entregó solo 112 bolsas, que alcanza para 28 grupos familiares. Por otro lado, remarcó que se necesitan entre seis u ocho bolsas de leña para poder abastecerse durante todo un mes. Más allá de esto, señaló que hubo un cambio favorable en cuanto a la entrega ya que en años anteriores se distribuida la leña a granel y ahora ya vienen repartidas en bolsas.

Una realidad similar atraviesa Belén, una mujer que vive en Los Sauces desde hace cuatro años junto a su marido. En su vivienda cuentan con una salamandra y un caloventor pero prefieren no usarlo debido a los problemas que surgen por las conexiones eléctricas no regularizadas. La mujer explicó que una vez que se termina la leña del Plan Calor deben salir a comprar a otros lugares, como Roca o Cinco Saltos.

En estas ciudades se puede conseguir cada bins de leña a unos 500 o 600 pesos. Pero esta cantidad dura menos de diez días, cuando las temperaturas no son tan bajas. “La leña que da (el municipio) es roja y no arde o sea que no calefacciona el ambiente”, remarcó Belén.

En algunos asentamientos recomiendan no utilizar caloventores o calefactores eléctricos por los riesgos de incendios. En los últimos 10 días ya ocurrieron dos.

Los costos del frío

En los asentamientos desaconsejan el uso de caloventores o calefactores eléctricos por los riesgos de incendios, ante las conexiones precarias.

Datos

180
pesos puede llegar a costar la recarga de una garrafa de 10 kilos. Las familias llegan a utilizar tres por mes.
600
pesos cuesta un bins de leña que, para un grupo familiar de cuatro personas, dura menos de diez días.
En los asentamientos desaconsejan el uso de caloventores o calefactores eléctricos por los riesgos de incendios, ante las conexiones precarias.

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