La peña: Andanzas y sueños de Rodrigo Flores
Columna semanal
Datos
- Tal vez el ejercicio ideal es el de cerrar los ojos, intentar que la mente repase lo conocido y volver a abrirlos. Y sí, seguramente el mismo cantor ya no es el mismo, las voces suenan distinto. Ahora las guitarras acarician el alma, el acordeón nos hace sentir a pleno y cada sonido del violín le da el toque de nostalgia.
- Pero sí es el mismo. Rodrigo Flores, el hombre de Roca, cantor del buen folclore, sigue haciendo de las suyas, no para de crear y le pone a cada logro un sello indiscutible.
- Hoy Rodrigo Flores es un cantor no sólo de Roca, ya lo es de la Patagonia y por qué no del noroeste argentino. Lo es porque ese sello de calidad hoy tiene trascendencia nacional, porque se metió con zambas y chacareras que eran patrimonio de Santiago del Estero. Y sobre todo, porque este Rodrigo Flores sumó a su talento tres cosas claves: madurez, seriedad y experiencia. La voz, los detalles pulidos, los instrumentos bien ejecutados, hacen este cantor que desafía constantemente y conquista.
- El último trabajo de Rodrigo Flores es decididamente impecable. Y resulta más impecable cuando se sabe que lo hizo a pulmón. Lo grabó en su propio estudio y no lo largó a la calle hasta que no pulió cada detalle. Ése es Rodrigo Flores, el hombre del buen folclore que silenciosamente conquista, su música atrapa. No tiene nada que envidiarle a los consagrados del género. El disco “Andanzas y sueños” es un homenaje a la música, porque con trabajos así uno puede imaginar que habrá folclore por siempre.
- Rodrigo se dio el gusto de cantar “Soy de aquí, soy de allá”, tema que comparte con su padre y luce porque uno puede volver el tiempo atrás y recrear imágenes, como esa fotografía de niño, guitarra en mano, cantando con su querido viejo. Rodrigo Flores es esencia, es música, es folclore, y este salto de madurez lo pone a la par de cualquiera.
- Salud por esta nueva andanza de Rodrigo, porque es el modo de cumplir sueños.
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