River apabulló a Wilstermann y logró la hazaña de seguir en la Libertadores

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Histórico, inolvidable, necesario para exorcizar los fantasmas que se habían instalado en Núñez hace una semana tras la mala noche de Cochabamba.

Con el aplastante 8-0 a Jorge Wilstermann (0-3 en la ida) River no sólo logró el objetivo de meterse en las semifinales de la Copa Libertadores, sino que anoche en el Monumental reafirmó como nunca su candidatura al levantar el trofeo continental. Victorias como las de anoche, revelan un equipo con hambre, que no sabe de presiones y fundamentalmente que sabe jugar al fútbol. Además tiene a un entrenador como Marcelo Gallardo, capaz de reinventarse ante cada adversidad.

El Muñeco se quedó sin Sebastián Driussi primero y sin Lucas Alario después, y ayer encontró en Ignacio Scocco al goleador necesario para el momento más urgente. Nacho fue el elegido para una noche que será inolvidable y el goleador diluyó con inesperada rapidez los fuegos infernales que los hinchas riverplatense temían quedar envueltos por el mal rédito que había dado el Millo en su paso por Cochabamba.

Scocco dio rápida alegría con el primer gol a los 9, ilusionó a los 14’ y tranquilidad con el tercero a 19 minutos. Luego puso alas para liberar el desahogo y la fiesta con cinco tantos y una asistencia perfecta para que el fanático riverplatense Enzo Pérez se desgarrara la garganta gritando el primero de sus dos goles: 4-0 a los 36’.

Con su gran partido, Scocco se convirtió en el primer jugador de River en hacer cinco goles por un partido de Copa Libertadores. Apenas un dato estadístico, un apéndice nomás de lo que Scocco significó para la memorable noche de la Banda.

Llegarían en el complemento, además de los dos tantos de Scocco, el gol de Nacho Fernández y la frutilla del postre para el sensacional banquete que se dio River en su propia casa: el golazo (el octavo) de Enzo Pérez, quien de costa a costa rubricó un partido mágico para River.

Fue un resultado que quedará en la historia y ya se refleja en los libros: River se convirtió en el primer equipo de la Libertadores en marcar ocho goles en un partido de cuartos de final en adelante. Además en el quinto equipo argentino en revertir en torneos internacionales una desventaja de tres goles.

River demostró su capacidad para reponerse del castigo que había recibido en la ida, y exhibió una vez más su determinación para ir en busca de la Copa por cuarta vez en la historia. Ayer dio un muestra de carácter, pero por sobre todo de fútbol y personalidad.

El espectacular recibimiento:

“Fue un partido soñado”

El delantero de River Plate Ignacio Scocco fue el gran protagonista en la remontada y afirmó que vivió “un partido soñado”.

“La verdad que estoy muy feliz y contento porque fue un partido soñado. Quería dar vuelta la imagen de lo que había pasado en Bolivia. Los delanteros tenemos noches así y sabía que podía dar más”, expresó un emocionado Scocco, quien se llevó la pelota del encuentro ante los bolivianos como recuerdo de una noche memorable.

El atacante reconoció que sabían que “había que marcar un gol o dos antes de los treinta minutos para jugar con la desesperación del rival”.

“Sabemos que para ganar la Copa no podemos repetir el partido que tuvimos en Bolivia. Teníamos que atacar continuamente y los goles tempraneros nos ayudaron mucho”, señaló.

Scocco se solidarizó con el pueblo mexicano, luego del terremoto que sufrió esta semana ese país. “Viví dos años ahí y dejé muchos amigos”, dijo el delantero, que en México vistió las camisetas de Pumas y Toluca.

Un Muñeco orgulloso y feliz

“Antes del partido había dicho que era el desafío más importante. No era fácil dar vuelta la serie, queríamos dar un mensaje y lo pudimos hacer. Esto es histórico y quiero felicitar a todos los jugadores por este logro”, tiró un orgulloso Marcelo Gallardo antes de abandonar el campo.

“La gente creía como nosotros que se podía dar vuelta y nos sobrepusimos a una parada difícil. Estamos entre los mejores 4 y esto nos da un envión enorme”, agregó el entrenador de River.

Por su parte Ignacio Scocco, la figura de la noche y autor de cinco goles, declaró: “Estoy feliz y en lo personal es una noche soñada. Los delanteros tenemos días como la de Bolivia y como ésta. Por suerte se dio lo que esperábamos y nos sirvió para lograr el objetivo”.

Fue la segunda mayor goleada en la historia de River en la Libertadores, (y la primera del Millo en este siglo). La anterior, ante la Universidad de Chile en 1970: 9-0.