Lanús venció a River y obtuvo la Supercopa Argentina

El conjunto Granate venció al Millonario por 3 a 0 en La Plata.

Aguantó en un primer tiempo complicado, y de a poco plasmó su juego hasta dominar por completo a su rival. Lanús goleó 3-0 a River y se quedó con la Supercopa Argentina en La Plata, con un juego de alto vuelo y un Sand súper estelar.

Los primeros 10 minutos mostraron a un River más movedizo, asfixiando con presión alta y generando errores en la salida del equipo de Almirón, que intentaba zafar del cerrojo como podía. Allí, fue Driussi el que dio el primer aviso de riesgo.

Y, a los 14, llegó la primera polémica. Porque Batalla cometió un claro penal, pero el juez de línea marcó offside previo y Delfino se retractó pese al reclamo de los jugadores del Grana.

Silva contestó a los 21 con un avance picante, en el que sorteó un par de rivales pero remató muy flojo y abierto.

Hacia el cierre del primer tiempo, Lanús mostraba dos caras opuestas: picante arriba, con un Sand imparable de espaldas al arco; y muy inseguro atrás, ante un Millonario que había perdido considerablemente el peso ofensivo de los primeros minutos.

Para el complemento la historia no cambió demasiado. La propuesta fue de Lanús en el arranque, con la pelota al piso incluso cuando complicaba la lluvia; y River buscó de contra con el Pity Martínez como conductor, aunque un tanto desorientado.

Ambos equipos tuvieron tiros libres clarísimos al borde del área, pero las ejecuciones (acompañadas de una lentísima ceremonia por parte de Delfino) fueron flojas por demás.

Y llegó el quiebre. Porque cuando más buscaba Lanús y más resistía River, el partido supo de merecimientos. A los 24, Silva armó una nueva apilada en el vértice del área, y tras un rebote, Lautaro Acosta conectó con un misilazo contra el palo derecho de Batalla para el 1-0 y el delirio de todo el Granate.

Auzqui, ingresado minutos atrás, tuvo la chance de poner pardas sobre la media hora, pero definió abierto.

Pero el Grana no perdona, y a los 35 llegó la sentencia. Bancó Sand contra el vértice, tiró un centro preciso y apareció Pasquini con un cabezazo al palo derecho para el 2-0.

A los 42, Delfino sancionó un polémico penal, fuera del área. Poco le importó al Pepe Sand, figura excluyente del partido, que cambió por gol con remate rasante al palo izquierdo.

No hubo color. El cierre del partido fue una fiesta para el Grana, que se encontró con un marcador contundente (un tanto abultado, es cierto) y sumó una estrella más. Con un Sand protagonista, el Grana volvió a ganar.

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