Rubens tira caños y aprende de los errores

Mientras sufre por una larga sanción, Sambueza hizo un repaso de su carrera. Desde los comienzos en Zapala hasta su presente en Toluca.

Rubens Sambueza (Zapala, 1984) lleva casi ocho años consecutivos en el fútbol mexicano, donde se consolidó como uno de los mejores jugadores de la liga. Pero el neuquino, que estuvo cerca de integrar la selección tricolor, atraviesa un momento difícil.

El zurdo surgido en River llegó en enero al Toluca como refuerzo estrella con la meta de alzar el título en el año centenario. El plan marchaba bien hasta que, el 4 de marzo, fue expulsado en la derrota de los Diablos Rojos ante las Chivas de Matías Almeyda. La desafortunada jugada le causó una fractura de peroné a Isaac Brizuela y Sambueza fue suspendido por ocho semanas. Se perderá lo que resta de la fase regular y deberá esperar a que el equipo clasifique a la liguilla para mantener la ilusión de ser campeón.

En las instalaciones de Metepec, luego de la práctica del Toluca, Sambueza le dijo a “Río Negro” que “lamenta” la lesión de Brizuela pero aclaró que fue una jugada “normal” y “sin mala intención”, a la vez que espera que el club apele la sanción para volver pronto. En una larga charla, además de señalar que se siente perseguido por los árbitros, hizo un repaso de su carrera.

“Soy un agradecido de lo que me ha dado el fútbol. Salí de Zapala, donde jugábamos en verano porque en invierno no se podía por la nieve y la lluvia, y lo que más quería era estar en la primera de River, que soy fanático”, recordó. “En 2012 cuando llegué al América fui muy criticado porque venía de Estudiantes Tecos (2009-2012), con el que nos tocó descender. Gracias a dios se consiguieron los objetivos. Terminé siendo capitán y me siento muy contento. Cuatro títulos en el club más grande de México hicieron que la gente me respete un poco más y me empiece a querer. En la calle todavía te llaman ‘ídolo’. Hoy pertenezco a Toluca y quiero conseguir el objetivo, que es el campeonato”, dijo Sambueza.

P-De aquel Rubens que debutó en River en 2003 al que se consolidó en México, ¿qué cambió?

R-Muchas cosas. La experiencia y la madurez. Jugar un poco más fácil. Saber dónde se puede tirar un caño y dónde no.

P-Seguís tirando caños.

R-Sí, sí, sigo tirando. Me gusta y me hice conocido por eso. Cuando recién empezaba en River me ayudó muchísimo para que los técnicos, Manuel Pellegrini y el Negro Astrada, confiaran en mí. Es una jugada vistosa. Hay momentos en que hay que jugar fácil y en otros tirar un caño y seguir.

P-¿Cómo llevás este momento sin jugar?

R-Primero, muy desilusionado. Me toca estar fuera de las canchas ocho semanas, que es mucho tiempo. No es nada bonito. Estoy entrenando con el equipo, acompañando en los partidos y dándoles la mejor energía. Fue una jugada sin mala intención pero la Comisión Disciplinaria decidió suspenderme y uno tiene que esperar, al margen de la apelación que vamos a hacer. Ojalá me puedan bajar la sanción. Es una jugada normal, cosas que pasan. Uno no quiere lastimar a nadie. Lamentablemente Brizuela se lastimó y me toca estar afuera.

P-Te expulsaron 13 veces en México, ¿hacés autocrítica?

R-Sí, sí, la verdad que hago una autocrítica. Uno va aprendiendo de los errores. Pero cuando reviso las expulsiones no son por patadas agresivas o por ir de mala

leche. Son por doble amarilla o porque no se les puede hablar a los árbitros. O por alguna seña que en Argentina es normal, como levantar los brazos. Cuando llegué la hacía mucho y es como una falta de respeto. Las expulsiones son todas por tonterías así. Molesta porque he salido en algunos torneos como el jugador más golpeado de la liga y cuando yo hago una falta ya me quieren sacar roja. Uno a veces no llega a entender cómo se manejan los árbitros, cuál es el criterio.

P-¿Te tienen en la mira?

R-Sí, sí. Al principio lo negaba porque pensaba que no. Pero hoy en día, por todo lo que ha pasado desde que llegué a México, creo que sí. Hay jugadores a los que les tienen muchísima paciencia y otros a los que no, y yo soy uno de ellos. Esto es fútbol, tampoco vamos a jugar como unas princesas. A los árbitros ya ni me acerco. Sigo siendo uno de los jugadores más golpeados y cuando uno hace una falta ya lo amonestan y lo andan persiguiendo. Eso molesta un poco. Contra Chivas me habían hecho cinco faltas antes y el árbitro no había sacado ninguna amarilla. Siento que con los árbitros hay un poquito de diferencia. Cada uno se tiene que dedicar a hacer su trabajo. No los árbitros estar al pendiente de Sambueza y no Sambueza estar al pendiente de los árbitros.

P-Hubo otra expulsión que te marcó en tu carrera, en el River-Boca de la Libertadores en 2004.

R-Sí, era muy chico, fue un momento muy duro por esa expulsión. El equipo quedó eliminado de una semifinal cuando habíamos hecho una gran Copa. De estas cosas uno se hace más fuerte y trata de superarse. Creo que eso hice. No puedo vivir del pasado. Lo único que quiero es vivir el presente.

P-Cuentan que Guillermo Barros Schelotto te engañó. Que te dijo que te habían expulsado y ahí le fuiste a protestar al línea, por lo que finalmente Baldassi te echó, ¿fue así?

R-Yo no estaba enterado de que me habían expulsado hasta que veo la tarjeta roja que me saca Baldassi. Es más, yo estoy con Ricardo Rojas, que se había lastimado en una jugada anterior (se rompió los ligamentos). Guillermo está discutiendo con Hernán Díaz y con el banco de suplentes. Yo ni me había metido. Después Baldassi se acerca y me saca la roja. Quise preguntarle por qué pero nunca me dio explicaciones. Hasta hoy no sé por qué fue la expulsión. No le protesté al árbitro ni al línea. Hubo un tumulto y el más chico que estaba en el campo de juego era yo, que había entrado durante el segundo tiempo. Por ahí se la agarraron con el más chico.

P-Encima te tocó Guillermo, un especialista en calentar partidos.

R-Sí, fue un jugador muy inteligente. Pero yo no entré en ningún momento. Guillermo me dijo que me habían echado cuando yo ya había visto la roja. No es que él vino a decirme y después yo le recriminé al árbitro.

P-¿Por esa expulsión te hicieron la cruz?

R-Sí. Quedé marcado por cómo fue, por el rival, porque fue semifinales. Mucha gente me echaba la culpa pero el partido había terminado en empate y perdimos por penales. Me parece que no hay que echarle la culpa a nadie.

P-¿Perder es una de las cosas que más te enoja?

R-Sí (se ríe). No me gusta perder a nada, trato de esforzarme para ganar o empatar mínimo. A veces cuando uno pierde también tiene que hacer autocrítica para mejorar.

P-¿Te gustaría volver al fútbol argentino?

R-Me hubiese gustado pero ya tengo 33 años, estoy hace mucho en México y me quedan dos años y medio de contrato con Toluca. Sería volver a que te puteen. Si volvés tenés que hacerlo de la mejor manera, andar bien y no regalar nada. La presión que hay allá hace que por ahí a los 36 años, cuando termine mi contrato acá, no pueda volver.

P-¿El fútbol argentino es más difícil?

R-Lo veo todos los fines de semana porque me encanta. Creo que es más trabado, con muchos goles de pelota parada o de rebote. Hay muchas faltas, unas que cobran y otras que no. No hay un equipo que tenga mucha posesión de pelota. Los que por ahí quieren cambiar son los técnicos jóvenes, como Marcelo (Gallardo), Guillermo (Barros Schelotto) o Chacho (Coudet) cuando estaba. Buscan animarse y arriesgar.

P-¿Qué hubieras hecho distinto en tu carrera?

R-Me quedé con la espinita clavada de jugar en Europa. Es un sueño que de a poquito se fue yendo. A los 33 años es muy difícil que te vean desde allá. Cuando estaba en River estuvo la posibilidad pero era muy joven y el club por ahí no le dio mucha importancia porque podía ser un buen proyecto para el club, como muchos jugadores. Hubiese sido lindo.

El volante piensa a futuro: quiere dirigir en Neuquén.

Sambueza

en números

son los clubes por los que pasó: River, Flamengo, UNAM, Estudiantes Tecos, América y Toluca.

los títulos que acumula: 2 en River, 1 en Flamengo y 4 en América.

las expulsiones que sufrió desde que está en México. Dice que se siente perseguido por los árbitros.

México, Messi, Europa…

“Me identifico con

Don Bosco”

Datos

-¿Cómo es la vida en México?
-En lo futbolístico es complicado porque te exigen siempre salir campeón. La vida cotidiana es muy tranquila y muy linda, hay muchos lugares para conocer, playas, el centro histórico de la Ciudad de México, las pirámides… Muchas cosas que la familia cuando viene las disfruta. Yo en lo cotidiano estoy como en Buenos Aires, muy tranquilo.
-¿Te preguntan por Messi?
-Sí, sí, les encantaría tener un jugador de esa magnitud y ven que a Messi en nuestro país lo critican. Es una barbaridad. Uno que es argentino no lo entiende, imaginate ellos o cualquier país que le encantaría tenerlo. Me parece que hay que disfrutarlo.
-¿Te quedaste con ganas de jugar para México?
-Sí, quería participar en un Mundial. Se había dado la chance con el técnico Miguel Herrera pero no se pudo por un cambio de reglamento de FIFA. Es una espinita clavada.
“Quedé marcado por cómo fue, por el rival, porque fue semifinales. Mucha gente me echaba la culpa pero el partido había terminado en empate y perdimos por penales”.
“Yo no entré en ningún momento. Guillermo (Barros Schelotto) me dijo que me habían echado cuando yo ya había visto la roja”,
afirmó el volante zapalino sobre su expulsión ante Boca, en la Libertadores 04.
-Hace poco Unión volvió a jugar la liga de Neuquén y tu papá estaba en el estadio. ¿Te identificás más con Unión o Don Bosco?
-Siempre lo dije, jugué más tiempo en Don Bosco, en el barrio. Cuando estábamos en el Circulo Policial de Zapala el equipo que teníamos era muy bueno: éramos campeones o subcampeones. Después como la escuelita de fútbol no podía seguir, muchos chicos fuimos al Don Bosco. Desde ahí me identifico más con Don Bosco. Pero tuve un paso por Unión jugando un paralelo y también por Petrolero Argentino.
-Tu hermano Fabián dijo que le gustaría que jueguen juntos, ¿puede ser en Zapala?
-Ojalá que no, o que si es en Zapala sea cuando los dos ya seamos viejos y juguemos con los veteranos (risas). Le está yendo muy bien en el Deportivo Cali. Jugar juntos es un sueño, sería muy lindo. Espero que no pase mucho el tiempo porque queremos hacer diferencia, andar bien. No que uno esté en el banco y el otro sea titular. Después, se puede dar en Zapala pero cuando estemos retirados y en veteranos.
-¿Cómo se repartirían la mitad de la cancha?
-Creo que él tiene todo el potencial para ir de volante por izquierda o derecha. Es explosivo, potente y llega al gol. Yo que jugué siempre de volante o de enganche, me gusta que la pelota pase mucho por mí. Por eso me gustaría jugar de cinco o doble cinco, para darle la pelota limpia y que encare (risas).

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