Heridos y piquete por desalojo de una toma en Neuquén

La policía desocupó el asentamiento del Cañadón de las Cabras. Los vecinos denunciaron que hubo dos niños y varios adultos lesionados por perdigones. Anoche mantenían cortada la Ruta 7.

“Mientras los funcionarios viven bien, con aire acondicionado, empleadas, comodidades, nosotros estamos acá. Somos changarines, pero con los precios no se puede alquilar, y ni siquiera te alquilan si tenés hijos. Qué nos digan cómo hacemos”, decía Graciela ayer después de que la Policía la desalojó de la toma del Cañadón de las Cabras.

La historia comenzó hace un mes, cuando 25 familias armaron carpas en un terreno de Parque Industrial pidiendo soluciones al problema habitacional que padecen. Querían diálogo con el municipio neuquino, pero éste no estaba dispuesto a hacerlo mientras estén en la toma. En su lugar, la comuna presentó una denuncia por usurpación ante el Ministerio Público Fiscal.

El fiscal Marcelo Silva resolvió ayer remitir un oficio para el desalojo. Entre los argumentos para requerir la medida, mencionó que “en el terreno se encuentra una obra del gasoducto de alta presión, lo que hace imposible que el lugar sea habitado debido al alto riesgo que ello puede conllevar para los ciudadanos”.

A las 11 de la mañana llegó la Policía, comenzó a desarmar las carpas y pedirle a la gente que se vaya. En un primer momento, las cosas parecían que se iban a desarrollar sin violencia. Pero como suele suceder, no tardó en volar una piedra, que respondieron con una bala de goma y el enfrentamiento se extendió.

“La bronca fue porque se metieron al barrio. Hay casas con las ventanas rotas, había niños y hirieron a dos menores, un nene de unos 5 y otro de 13. Tiraban para todos lados y reprimían a lo loco”, dijo Graciela. Desde la policía, por su parte, negaron que se hayan registrado heridos de gravedad, salvo algún magullón por la pedrada.

El argumento de que los terrenos son peligrosos, a los vecinos le parecía una burla. “Esos terrenos se los cedieron a la comisión del barrio, están los papeles y todo. No creemos lo del caño, no tiene lógica, si no porque se los iban a entregar”, decían.

A las 15, el disturbio continuaba en las calles. Los chicos del barrio tiraban piedras y la policía respondía con balas de goma y gases lacrimógenos. Cuando todo estuvo controlado, los vecinos decidieron subir a Ruta 7 y pedir que algún funcionario se acerque a hablar. Al cierre de esta edición la gente permanecía sobre la calzada.

Desde la Defensoría del Pueblo informaron que los vecinos de la toma estaban trabajando un acuerdo. “En tres oportunidades se invitó por nota al municipio, y no concurrió en ninguna ocasión”, informaron y argumentaron que los vecinos estaban dispuestos a dejar el lugar.

Luego de liberado el predio un extenso grupo se enfrentó ayer con la policía mientras otros vecinos observaban los incidentes.

matías subat

Una negociación interrumpida

Desde la Defensoría informaron que trabajaban hace semanas con los vecinos. Les habían planteado que era necesario que dejen pacíficamente la ocupación y avanzaban a un acuerdo, que fue interrumpido por el desalojo por la fuerza.

En la última reunión los vecinos habían solicitado tiempo para lograr un consenso. Pedían también la participación del defensor y estaban dispuestos a firmar una nota con el compromiso de retirarse.

Riva programó una nueva reunión que iba a realizarse ayer a las 14 en el edificio de la Comisión Vecinal del barrio Ciudad Industrial, pero antes que ellos llegó la policía.


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