Los dueños de la maderera de Neuquén creen que la prendieron fuego

En las propiedades linderas hubo daños menores, provocados por la alta temperatura, el humo y el agua que se arrojó para evitar la propagación de las llamas.

Los dueños de la empresa familiar Maderera Patagonia, que se incendió por completo el lunes por la tarde, sostienen que el siniestro fue intencional y fundaron sus sospechas en que la alarma de seguridad se disparó tres veces antes del episodio.

Ayer retiraron toda la mercadería destruida del local y los bomberos realizaban tareas de enfriamiento y levantaban rastros para determinar qué fue lo que ocurrió.

El olor a quemado y el humo se entremezclaban con la impotencia y la bronca de la familia Chacón. El grupo, acompañado de vecinos, familiares y amigos, miraba desde la vereda cómo los bomberos apagaban los último vestigios de las llamas y poco a poco retiraban el material que quedó en el predio.

A las nueve de la mañana la calle Félix San Martín al 1200 estaba interrumpida por el cordón policial y una pila de tres metros de maderas quemadas y chapas retorcidas del techo.

Munir Chacón, hijo de los propietarios, explicó que si bien el comercio tiene entrada y salida por dos calles, el fuego se originó en la parte delantera que da a la calle Félix San Martín, en un sector que está al descubierto.

“Es un sector donde no hay riesgo eléctrico. La alarme me llamó tres veces, primero a las 14;15, después a las 14;45, después a las 17 y media hora después nos encontramos con el incendio”, relató.

“Habíamos venido. Yo entré a revisar y estaba todo bien. Esto lo prendieron fuego, porque en el lugar donde arrancaron las llamas es imposible que haya un desperfecto de electricidad”, manifestó. Resignado, añadió: “Tendremos que arrancar de vuelta, con laburo, como siempre”.

La empresa fue iniciada por el padre de Munir, Federico, y su madre Graciela Sinigoj, hace 32 años, en la calle Perticone. En el 2.000 se mudaron donde están ahora.

Los propietarios estimaron que las pérdidas eran unos ocho millones de pesos entre el acopio de maderas y máquinas.

Chacón explicó que la pérdida de mercadería fue total y que no pudieron recuperar ningún elemento.

Señaló que no tenían seguro . “Es muy difícil conseguir un seguro para esto”, señaló.

Los dos negocios linderos corrieron algunos riesgos, sin embargo solo sufrieron algunos daños estructurales menores.

En Compulider estallaron cristales de una de las oficinas de la planta alta y cayó parte del cielo raso. Al otro lado, en una concesionaria, habían logrado retirar los vehículos y solamente sufrió daños en un paredón.

“Yo entré a revisar y estaba todo bien. Esto lo prendieron fuego, porque en el lugar donde arrancó es imposible un problema eléctrico”.

Munir Chacón, miembro de la familia propietaria

de la maderera.

Daños materiales

y susto vecinal

La maderera perdió el stock de madera, un autoelevador, dos cepilladoras, dos sierras sin fin y una lijadora de banda.

Compulider sufrió la rotura de cristales de una ofician del primer piso y caída de parte de cielorraso.

La concesionaria de autos sólo tuvo que lamentar la caída de una medianera, peo sólo fue un daño menor.

Los vecinos debieron lamentar la tensión del momento por el fuego y luego pasar la noche fuera de sus casas, por precaución.

Hasta la mañana de ayer trabajaron para controlar el siniestro.

leonardo petricio

Datos

“Yo entré a revisar y estaba todo bien. Esto lo prendieron fuego, porque en el lugar donde arrancó es imposible un problema eléctrico”.

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