Por los tarifazos, otra fábrica del Parque Industrial está en crisis

Se trata de la maderera MAM que posee 92 empleados. Desde hace una semana está paralizada y piden que el Estado les otorgue un crédito.

“No fui el que cambió las reglas de juego, pero con éstas nuevas reglas no puedo seguir”, dijo Gustavo Bergese entre las maderas, cajones y bines a los que apostó hace dos años al comprar Maderas al Mundo (MAM). Afirma que el crecimiento en la tarifa de la luz y las importaciones hicieron “aserrín” su rentabilidad. La empresa tiene 92 empleados directos, tres décadas de trayectoria y pide al Estado un salvataje para no cerrar.

En el año 2015, el Grupo BM decidió apostar a un rubro diferente al de servicios petroleros en el que tradicionalmente invierten y compró MAM. Este año, los primeros signos de problemas aparecieron en abril cuando los trabajadores bloquearon los portones de la planta ubicada en el Parque Industrial, para reclamar salarios atrasados.

“Pagábamos entre 30 y 40 mil pesos por mes a CALF por la energía y ahora tenemos facturas de 650 y 700 mil pesos. Compramos algo con proyección de futuro y se impusieron otras leyes de juego. Encima este año también nos abrieron la importación”, dijo Gustavo Bergese, uno de los titulares de la empresa.

Según el propietario, comenzaron a ingresar bines y cajones para las empresas frutihortícolas de la región desde Chile. Cuenta que las ingresan como bienes de uso y por ello no tributan IVA, mientras que en su predio la mercadería quedó frenada sin compradores.

“Ingresan por Paso Icalma y Pino Hachado y nos dejan fuera de foco. Ofrecí al mismo precio que entraba de Chile, sacrificando la utilidad al piso, pero el 21% menos que tienen de IVA, porque lo ingresan como bien de tránsito y nos deja abajo”, dijo Bergese.

Según los datos aportados por MAM, la empresa tiene 92 empleados directos, más camioneros, hacheros y de diciembre a marzo contratan 46 personas de manera temporaria. “Necesitamos un crédito para pymes. Podemos dar el predio que es muy valioso como hipoteca. Es imposible que continuemos así”, dijo Bergese.

El destino de la producción de esta fábrica es otro de los rubros económicos que en el valle ya casi no respira: la fruticultura.

Según su propietario muchos clientes dejaron de comprarle porque sacaron las plantas y pusieron alfalfa, o directamente vendieron la chacra por la crisis.

Para sobrevivir en MAM se aggiornaron, hicieron envases para el mercado del limón y los venden en Tucumán, o para el ingenio Ledesma, pero pese a los esfuerzos desde hace una semana tienen el personal parado.

“Nos bajaron la perilla de la luz. Es cierto que debemos, pero necesitamos que nos atiendan. Nos recibieron ministros. No quiero una dádiva, quiero un crédito que me permita seguir funcionando, aunque sea más chico y con menos gente, pero que no desaparezca MAM porque si no Neuquén se va a convertir en un caldo de sinpat”.

El dueño de MAM resalta que ésta era una empresa emblemática que trabaja el álamo y sigue forestando en la región. “Mi nieto estuvo plantando álamos en la Picada 18. Es generacional, somos gente de trabajo y queremos continuar”, concluyó.

“No quiero una dádiva, sino un crédito para poder seguir funcionando porque sino Neuquén se va a convertir en un caldo de sinpat”,

aseguró Gustavo Bergese, uno de los titulares de la empresa MAM.

Datos

“No quiero una dádiva, sino un crédito para poder seguir funcionando porque sino Neuquén se va a convertir en un caldo de sinpat”,

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