Quiroga: “No me manejo al ritmo del bombo”

“No me voy a manejar al ritmo de los bombos, no incumplí, no hice nada que no correspondiera”, sostuvo ayer el intendente Horacio Quiroga al minimizar el impacto de los más de 60 días de medidas de fuerza que encara el gremio Sitramune en las escalinatas del Municipio.

El intendente rechazó la idea de que su gestión sufriera mella por la protesta de los 33 empleados que buscan la reincorporación, en su mayoría mujeres que se desempeñaba en la secretaría de Desarrollo Humano y cuyos contratos no fueron renovados.

El intendente consideró que el reclamo está motorizado políticamente por Sitramune debido a que “la mayoría son afiliados” del MPN.

Recordó que la comuna funciona con su ritmo habitual, enumeró que se recolecta la basura, se atienden las plazas, y que el transporte público funciona con normalidad, entre otros detalles. Por lo cual desestimó que la protesta afecte a los vecinos y los servicios municipales.

“Sí hay situaciones molestas y ruido que generan un malestar en los empleados y contribuyentes”, reconoció Quiroga quien insistió en que “no hay conflicto; hay una cuestión de carácter político y tal vez piensen que es el momento electoral donde los gobernantes prefieren dejar pasar muchas cosas; pero uno no se puede manejar al ritmo de caprichos”, insistió.

Quiroga calificó además el reclamo como “una conducta adolescente porque se trata de contratos vencidos que la administración puede rescindir, es una fantasía estrafalaria, pensar que se volverá atrás con la decisión, no tengo nada que negociar”.

Minimizó la existencia de una contienda con el gremio y sostuvo que “tenemos una visión diferente”.

Consultado si faltó cintura política para lograr acuerdos en estos dos meses, Quiroga fue reiterativo en señalar “ellos piensan que me voy a manejar al ritmo de los bombos y esa es su especialidad, como son populistas (en referencia al MPN) les gusta sentir los bombos porque le producen éxtasis, y si los bombos son en contra es una psicosis suicida; a mí no me alteran en nada; no estoy especulando, no tengo nada que negociar”, reafirmó.

Consideró que el “campamento” montado frente a la comuna “les afectó a ellos porque del ridículo no pueden volver, afean la municipalidad; es tiempo que se ocupen de buscar trabajo, pero su especialidad es el de los campamentos y los bombos”.

Recalcó que no considera que sea un costo político para él porque “cuando uno explica que cuando se termina el contrato y no se necesita renovar, la gente está a favor”.

Durante doce años el gremio de municipales y el Ejecutivo municipal mantuvieron un pacto de paz que permitía resolver los conflictos sin medidas de fuerza. Sesenta días atrás ese acuerdo se quebró.

Unos 33 trabajadores de la Secretaría de Desarrollo Humano iniciaron una protesta en reclamo de la renovación de sus contratos vencidos.

“Ellos piensan que me voy a manejar al ritmo de los bombos y esa es su especialidad porque son populistas. Les gustan los bombos”,

dijo Horacio Quiroga, intendente de la ciudad de Neuquén.