“Se probaron los secuestros en Bariloche”

La Justicia acreditó en el juicio “La Escuelita” IV, que la cancha de pelota paleta funcionó como centro clandestino de detención.

En medio del descontento de dirigentes y familiares de víctimas de la represión militar tras el golpe del 76, por la absoluciones y el monto de penas –consideradas bajas–, que le fijaron a los condenados por el juicio “La Escuelita” IV, la delegada de la zona andina de la Secretaría de Derechos Humanos de Río Negro, Jimena Palopoli, sin dejar de plantear su disconformidad por el fallo rescató que las audiencias permitieron probar que en Bariloche había funcionado un centro clandestino de detención.

“Es la primera sentencia en la que pudimos probar judicialmente la existencia de un lugar a donde se llevó a los detenidos y secuestras en Bariloche”, dijo la funcionaria.

Señaló que si bien siempre se había sostenido que se habían realizado secuestros y detenciones en la ciudad fue recién en este juicio cuando se estableció que la cancha de pelota paleta, lindera al cuartel militar, había sido un centro de detención.

“Hubo entre 60 y 70 personas secuestradas en ese lugar, de las cuales no sabemos nada”, señaló

Agradeció los testimonios de los gremialistas Iván Molina y Germán González –secuestrados junto con Luis Levita en la cancha de pelota paleta del Batallón barilochense– porque demostraron “que no es que no hubiera pasado nada; en plena ciudad turística y a la vista de todos, funcionó un centro clandestino”.

Apeló a los testimonios de ex conscriptos que cumplieron el servicio militar en 1976 y 1977 porque permitieron avanzar en las investigación.

Molina declaró en las primeras audiencias a través de video conferencia y entre otras cosas señaló que “por las noches venía alguien, se paraba al lado de uno y gatillaba lo que parecía ser un fusil”.

Dijo que en el lugar, donde lo mantuvieron vendado, pudo estimar entre veinte y veinticinco personas detenidas y entre ellas a un librero de El Bolsón que, luego se dedujo, sería Luis Levita.

Las imágenes que relató, dijo, las logró en ocasiones en que se aflojaba la venda que le habían colocado.

González también aportó datos para corroborar que se trató de la cancha de pelota a paleta y que a ese lugar fue llevada mucha gente, naturalmente que habría sido ilegalmente detenida.

Destacó que luego de ser liberado lo seguían hostigando.

“Para la gravedad de lo que hicieron, este castigo no es nada. Por los crímenes que cometieron este fallo no me gustó, para mí no es justicia”.

Jorge Lara, hermano de Felipe, secuestrado en Chos Malal, aún desaparecido.

Datos

“Para la gravedad de lo que hicieron, este castigo no es nada. Por los crímenes que cometieron este fallo no me gustó, para mí no es justicia”.

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