ATE volvió a cargar de violencia las calles: la protesta terminó con varios heridos

La protesta encabezada por ATE y la CTA autónoma, junto a grupos de desocupados y algunos dirigentes de otros sindicatos se desbordó en la mañana de ayer.

La decisión del gremio de avanzar sobre el vallado puesto alrededor de la Legislatura derivó en graves incidentes, al registrarse violentos enfrentamientos con la Policía.

La justicia investiga los hechos y procederá con algunas diligencias, que solicitará el fiscal Juan Pedro Puntel en procura de determinar cómo se produjo la gresca que terminó con al menos ocho policías heridos y algunos manifestantes contusos y afectados por balas de goma y gases lacrimógenos, que debieron ser atendidos en el nosocomio local.

Desde temprano y durante un par de horas, columnas de activistas cortaron los puentes que conectan la capital con la provincia de Buenos Aires y cerca de las 10 se trasladaron hasta el centro de la ciudad, para expresar su rechazo al Plan Castello.

El enorme vallado montado en las esquinas de la Legislatura fue el objetivo de los manifestantes, que lo derribaron para poder acercarse al frente del Parlamento. La resistencia policial provocó golpes, agarrones y refriegas que luego se tradujeron en pedradas que lastimaron a algunos efectivos.

Instantes después llegaron unos diez integrantes del Comando de Operaciones de Emergencia y Rescate, que lanzaron gases y balas de gomas y disuadieron al centenar de trabajadores que se retiraron a unos 100 metros de distancia.

Algunos dirigentes fueron atendidos en el Hospital Zatti, descompuestos por los gases y las balas y con algunos magullones. La peor parte la llevó el comisario Antonio Mandagaray, que recibió el golpe de una piedra muy cerca de su ojo derecho y fue asistido por el personal médico de emergencia abocado a la sesión.

En el recinto, el presidente Pedro Pesatti relató los incidentes, mencionó que hubo heridos y refutó los dichos del legislador Mario Sabbatella, quien había expresado sus críticas a la represión policial.

El gobernador Alberto Weretilneck también se hizo eco y criticó con dureza a los gremialistas.

Como si fuera poco, los manifestantes también pintaron con aerosol una Bandera Argentina que estaba colgada en las paredes exteriores del parlamento.


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