La Fiscalía de Investigaciones pide explicaciones por los subsidios

Las acusaciones ante el fuero penal provincial y ante la Justicia Federal no son las únicas que enfrenta Rubén López.

En las últimas horas el Fiscal de Investigaciones Administrativas de la provincia, Marcelo Ponzone, reclamó el esclarecimiento de los subsidios millonarios que el Estado provincial otorgó al Sindicato de la Fruta que dirige el ahora exlegislador.

El titular del órgano de control interno impulsó para ello tres pedidos de informes sobre la responsabilidad que le cabe a la Secretaría General de la Gobernación, el Ministerio de Desarrollo Social y la propia entidad sindical.

A Matías Rulli, en calidad de secretario general, le reclamó el envío de todo expediente relacionado con aportes no reintegrables, asignaciones y/o subsidios efectuados por la Provincia de Río Negro al mencionado gremio.

Pidió que adjunte copia certificada del decreto Nº 1.575/16 y de todos los decretos y publicaciones en el Boletín Oficial, de cada aporte, subsidio o asignación entre el período 2012-2017.

En el caso del ministerio de Desarrollo Social, que dirige Fabián Galli, el fiscal de investigaciones administrativas solicitó que remita el expediente Nº 36310-SP-2016.

Documentos respaldatorios

En tanto, al sindicato le exigió que dé a conocer qué subsidios recibió en el mismo lapso desde el Estado rionegrino y le pidió que remita documentos respaldatorios.

El fiscal Ponzone fundamentó los pedidos –en el marco de una investigación de oficio– basándose en la información publicada días atrás por “Río Negro” que dio cuenta de presuntas irregularidades en la entrega de un total de 28 millones de pesos, según el monto actualizado por inflación.

Geminiani,

la reemplazante

Marilyn Gemignani es una exempleada municipal grutense que incursionó en política hace unos 15 años, cuando creó una línea interna de la UCR opositora al entonces intendente sanantoniense, Adrián Casadei. En los 90 tuvo algún protagonismo como administrativa en la delegación municipal, en tiempos de Carlo Carassale y Carlos Eloy Ullúa.

A mediados de la década pasada se alió a Javier Iud y fue concejal por el Frente para la Victoria, espacio que la catapultó al parlamento rionegrino.

Siempre militante por la municipalización de la villa balnearia, en plena división en el oficialismo entre el gobernador Alberto Weretilneck y el pichetismo, permaneció en la oposición hasta que el mandatario la atrajo a sus filas con el acompañamiento al movimiento secesionista.

Desde entonces, se incorporó a Juntos Somos Río Negro. Su mandato en la Legislatura finalizó en 2015, pero fue candidata en un lugar expectante, que hoy, ante la renuncia de López, se transforma en realidad.