La producción bajo riego piede unas mil hectáreas por año

Los datos para la fruta de pepita y carozo siguen con el signo negativo por delante. Según el anuario estadístico 2016 de Senasa, las hectáreas productivas, caen de a 1000 cada año. El martes, los sectores de la producción local se reunirán con autoridades nacionales para plantear la necesidad de elaborar un plan que salve a la fruticultura de la región.

Según el compendio, entre Río Negro y Neuquén, las hectáreas productivas suman 46.015 y muestran la caída de mil por año. El año pasado, estas sumaban 47.313, en 2014 48.331 y si se aleja un poco en el tiempo, los datos para 2010 hablan de 51.047.

Para ir contra la caída, los productores proponen constituir una mesa en la que estén presentes los diferentes actores, que pueda diseñar un plan tendiente a acomodar las existencias, que permita hacer inversiones, plantear una fruticultura con tecnificación y con sustentabilidad económica, social y ambiental.

“Con esas cosas se debería recuperar la actividad, o por lo menos el volumen de negocio. Por ahí en menos superficies se pueden hacer más kilos. En la medida que sea negocio van a aparecer inversores y se sumará gente joven”, dijo Pablo Cervi, de la Cámara de Fruticultores Integrados (CAFI).

En la semana, el ministro de Producción, José Brillo, fue anfitrión de una reunión de la que participaron las autoridades de las cámaras de productores Cinex (Cámara de Industriales Exportadores), Canefi (Cámara Neuquina de Fruticultores Integrados ) y la CAFI. Se acordó que el tipo de cambio es central, en cuanto a que ni las empresas más eficientes del Valle están pudiendo salir adelante.

Atraso cambiario

“Es evidente que hay un atraso cambiario o costos que nos quitan de mercado. Hay que bajar los costos anexos, pero de manera tal que no se toque el salario de los rurales que es bajo. Se necesita eficientizar el sistema”, dijo el empresario Cervi.

Durante la visita del ministro de Producción Francisco Cabrera, hace unas semanas, los productores y empresarios frutícolas se acercaron a hablar con él, pero no los atendió. Adujo que en la estadía de dos día tenía una agenda apretada pero en su discurso marcó como problemas principales del sector, el no alcanzar la calidad esperada y el financiamiento.

Después de eso, a los fruticultores les quedó un sinsabor. Haber simplificado la situación no generó muy buenos comentarios en el sector.

“Es desconocer otros factores que tienen que ver con la competitividad y los problemas que se viven. Si se solucionara con esos dos puntos solamente ya lo estaríamos haciendo, pero es más complejo. Están muy enfocados en Vaca Muerta, que vuelve a ser la salvación del país y a las actividades que estamos alrededor no le genera tanta importancia”, concluyó Cervi.

Radiografía

La única salida es

esperar a Brasil

Mirar a Brasil y esperar, es la receta que seguirán los fruticultores, que tienen esperanzas en que se logre el pronto equilibrio.

El país hermano y sus problemas comerciales, con una devaluación, sin dudas podrían generar un panorama aún más oscuro para la fruticultura. Sin embargo hay que ser cautos antes de hablar del problema.

“Brasil no es de ahora que viene complicado y cuando saltó el problema de la carne ya se habló de esto. Está claro que somos Brasildependientes. Pero ese país tiene instituciones fuertes y creemos que hay que esperar, porque creo que tiene una continuidad en la línea de trabajo y que seguramente se acomodará”, dijo Pablo Cervi.