Un pozo que se hizo enorme y lleva seis meses en Viedma

Una obra de relleno que fue cediendo terminó formando un gran cráter. La calle está cortada y ahora esperan que la licitación en marcha permita resolver el problema.

El hundimiento de la calle con un cráter, aguas servidas, peligro de contagios y potenciales accidentes por la inestabilidad de un talud mantiene preocupados a los vecinos del neurálgico bulevard Ituzaingó de la capital rionegrina.

Uno de sus tramos, a la altura del 1.000, lleva seis meses cerrado en forma precaria y vedado al tránsito de vehículos, aunque en forma parcial.

El origen del colapso, de lo que era parte de esa transitada arteria, se desconoce, y no obstante el derrumbe interno tiene fecha cierta. Alguien puso el pie cuando se preparaba para el desfile del 22 de abril pasado con motivo del 238° aniversario de la ciudad y que pasó por ese lugar.

Allí, fue tomando forma el desmoronamiento; según los pobladores cercanos. Si bien la calle está cerrada para el tránsito, quienes viven enfrente deben retirar con cuidado los autos de los garages para no chocarse con el profundo hueco. Éste se encuentra cercado –en forma precaria- por unas maderas que lo cruzan. Desde la superficie de la calle pareciera un simple pozo pero aquel que se acerca se lleva una sorpresa, pues hacia adentro el agujero de tierra se ensancha por el hundimiento de una cañería cloacal.

En el fondo, yace parado un neumático en medio del agua y de emanaciones de olores nauseabundos provenientes de la circulación cloacal. Como el neumático mide unos 60 centímetros de diámetro, se estima que la altura del pozo rondaría los casi cuatro metros por unos tres de ancho.

Se cree que el desmoronamiento tiene como origen que todo ese sector de la ciudad fue sometido a rellenos de macadam cuando en la década del ’90 se construyó –muy cercano a la avenida costanera- la primera etapa de la obra de entubado del canal Montenegro, que luego fue tapado con césped y arboleda. Con el tiempo y el movimiento el relleno fue cediendo. En los alrededores, son pocos los moradores linderos que quieren expresar su enojo en forma pública. No obstante, -por lo bajo- se muestran molestos frente a los malos momentos que atraviesan y que nadie se acercó a anunciarles solución alguna.

Uno de ellos se ha dedicado a contabilizar los ciclistas, motociclistas y vehículos que igual atraviesan el tramo como si nada pasara. Ese lugar, es paso obligado ya que el bulevard se presentaba hasta el desmoronamiento interno como un importante derivador de tránsito. “Ni la municipalidad, ni la empresa Aguas Rionegrinas han dado una respuesta”, señalan en la manzana afectada.

Un obra que pertenece a la provincia

El secretario de Obras Públicas y Desarrollo Territorial de la comuna capitalina, Mario Castro, envió varias notas a la empresa concesionaria del servicio de agua potable y cloacas buscando respuestas en virtud de que se trata de una obra de la Provincia y no del municipio por tratarse de colectores cloacales. El secretario de Obras Públicas de la Provincia, Alejandro Echarren, confirmó que el tema es resorte de la empresa estatal, donde indicaron a “Río Negro” que está en proceso una licitación pública para reparar ese tramo que incluye la intersección de la calle Schieroni que presenta los mismos inconvenientes.


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