Central Nuclear: vecinos de Sierra Grande pidieron con una marcha que la instalen allí

Unos 500 vecinos marcharon ayer para apoyar la instalación de la central nuclear y le exigieron al gobierno provincial que antes de descartarla, haga una consulta popular en Sierra Grande para que la población se exprese.

La concentración fue a las 17 en la céntrica avenida Novillo y San Martín, desde donde los manifestantes marcharon con pancartas y consignas de “Si a la Central” y “trabajo y desarrollo”. Se destacaron también las consignas con el pedido de una consulta popular.

En la marcha, que fue convocada desde las redes sociales, se observó una fuerte presencia de funcionarios de la gestión municipal del intendente Nelson Iribarren (Cambiemos), quien defiende la instalación a capa y espada.

Uno de los oradores fue el médico Carlos Errecalde, quien criticó al gobernador Alberto Weretilneck: “tomó su decisión sin consultar al pueblo de Sierra Grande, no fue democrático lo que hizo. Y creo que nos merecíamos que al menos se hiciera un plebiscito”.

Dijo que el de la instalación de una central nuclear era un proyecto “para reactivar a una ciudad golpeada por el cierre de la mina de hierro y para que se asienten familias con las mismas garras y ganas con que lo hicimos nosotros en los 70”.

En la marcha hubo una columna de vecinos que viven en el balneario Playas Doradas

Carta a Weretilneck

El intendente Nelson Iribarren ya presentó al Concejo Municipal un proyecto de ordenanza para llamar a una consulta popular, en los términos del artículo 130 de la Carta Orgánica Municipal y envió una nota al gobernador donde le comunicó el llamado.

La carta fue escrita apenas tomó conocimiento de la presentación del proyecto de ley con acuerdo de ministros, por el cual Weretilneck decidió prohibir la instalación de la central nuclear en Río Negro.

“El derecho de consulta en Sierra Grande busca escuchar la voz de los ciudadanos directamente afectados por el emprendimiento obtener la licencia social tantas veces invocada, por lo que entiendo es indispensable posponer el eventual tratamiento del proyecto de ley”.

La idea de la instalación de una central nuclear había despertado en muchos vecinos la ilusión y la perspectiva a futuro que de una vez más, la situación de la comunidad podría cambiar después de tanto aplazo. Había ilusión con la posibilidad de que resurgiera con la central la obra pública, los caminos, mas viviendas, una mejor salud, educación y sobre todo calidad de vida.

ARCHIVO