Crisis en el banco de sangre de Roca

Sin donantes voluntarios, ni grandes chances de reposición, el Centro Regional de Sangre que funciona en el hospital Francisco López Lima entró en crisis.

Hasta los últimos días, las bolsas de sangre en stock podían contarse con los dedos de una mano y las heladeras donde se almacenan además otros componentes se encontraban semi vacías.

A raíz de una seguidilla de casos graves –intervenciones y dolencias crónicas– la cantidad de este vital insumo que no puede ser comprado, disminuyó en forma drástica y por eso se está solicitando en forma extraordinaria que se acerquen donantes en forma voluntaria para procurar un mayor almacenamiento.

“Estamos en crisis. Si aparece un solo donante voluntario es un milagro. Hay veces que no llegan a más de cinco en todo el mes… los que vienen en general es para reponer porque tienen un familiar o amigo que necesita”, explicó Adriana Segura, jefa de Hemoterapia.

Esto obligaría, en un caso de emergencia, a “correr para pedir donantes” o a organizar un operativo en toda la región para solicitar “en préstamo” este líquido vital y así lograr un aprovisionamiento.

La situación se replica en el resto de la provincia, principalmente en las ciudades cabecera. En las localidades más pequeñas se advierte una mayor donación, explicó María Celeste Gómez, titular del programa provincial “Sangre Segura”.

“En los últimos días hemos tenido diversos casos críticos, pacientes crónicos y cirugías, que han necesitado transfusiones, por lo que se nos agotó el stock –sostuvo Segura–. Por eso estamos pidiendo que se acerquen donantes, es bueno que vengan constantemente porque en un caso de emergencia vamos a tener que salir a buscar”.

En Roca funciona el centro regional, pero solo se hacen los testeos sobre las donaciones de gran parte de la región. Sin embargo, al ser un hospital de derivación recibe pacientes de “alrededor de tres cuartas partes de la provincia”, dijo días atrás la directora del López Lima, Delia Duarte, debido a las especialidades existentes y el nivel de complejidad.

“En realidad se ha perdido la costumbre de donar sangre, algo ha pasado en estos últimos años, pero estamos tratando de cambiar esto, educando, aunque los resultados no se ven en el corto plazo. Sin embargo este año hemos hecho muchas actividades y esto se va a reflejar en las estadísticas, para no tener que depender de pedidos angustiosos”, señaló la bioquímica

En el 2015 en Río Negro se registraron 6.900 donantes generales, pero de ellos solo un 11% fueron voluntarios.