Desde Plottier Sergio recordó a su hermano que murió en Malvinas

“Cuando me hablan de repatriar sus restos medio que me enojo ¿Repatriar de qué si él está en su Patria? Las Islas son nuestras”. Sergio habla de su hermano Daniel, cuyo avión fue derribado durante la Guerra de Malvinas en 1982.

35 años después, la tumba del teniente de corbeta Daniel Miguel fue una de las 88 que fueron identificadas en el cementerio de Darwin. Los familiares se fueron enterando la semana pasada y el turno de Sergio fue el viernes. Él fue con el no bajo la manga, ya que les habían dicho que serían citados tanto si la identificación era positiva como negativa, pero la sorpresa tocó a su puerta.

Sergio es comerciante en Plottier. Conoció Neuquén en su paso como parte de la producción de la película “Diario de Motocicleta” y decidió convertirla en su hogar. Hace un tiempo trajo a su papá de 87 años, a quien, con miedo, tuvo que contarle la noticia por celular porque “emocionalmente es muy fuerte”, pero ambos lograron encontrar la paz.

En el ‘82 toda la familia vivía en Punta Alta y Daniel, de 24 años, se preparaba para su casamiento en julio, pero en mayo tuvo que partir a una misión de la que no volvería. Su anillo de compromiso fue uno de los objetos personales que lo acompañaron durante 35 años en su tumba malvinera y que hoy está en manos de Sergio, junto a una cadenita con una cruz y un anillo de Rosario.

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Luego de que el avión fuera derribado, Sergio, cuatro años menor, y sus padres, fueron informados por la Armada de la desaparición de Daniel: “después, con el correr de los años, esa opción desapareció. Nunca tuvimos certezas de si estaba enterrado ni que había pasado con los restos, nada, 35 años de nada”.

En esas décadas Sergio viajó a las Islas Malvinas y estuvo en el cementerio de Darwin, sin pensar jamás que en el lugar estaba enterrado su hermano. Además se puso en contacto con el inglés que disparó el misil que derribó el avión. “Tenían los dos 24 años, estamos hablando de dos pibes que cada uno defendía lo suyo y cada uno estaba entrenado para eso. Con los códigos de guerra hay que aceptarlo, yo no lo puedo tomar como la persona que asesinó a mi hermano. Esto no fue un asalto, fue diferente.”

Fue este veterano de guerra quien le contó a Sergio que hace cuatro meses, cuando viajó a las Islas, encontró restos del avión del teniente Miguel. Ahora el comerciante se propuso rescatarlos para que pasen a formar parte del Museo de Aviación en la Base Espora. Sin embargo, el próximo paso será cambiar esa placa que hoy dice “Soldado argentino sólo conocido por Dios” por el nombre de su hermano, uno de nuestros héroes de Malvinas.