Despejaron dudas sobre el lugar donde depositarán los langostinos

Tras los dichos de uno de los dueños del campo, que desconoció la existencia de un convenio para llevar los desechos de langostinos al sector ubicado a 18 km por Ruta 2, el municipio de San Antonio dio a conocer un documento que fue rubricado por el hijo del propietario, Claudio Urcera, en el que ceden el uso del lugar por tres años.

El acuerdo fue rubricado bajo la razón social TSB, y se hizo público ahora, para despejar las dudas sobre su existencia que había sembrado Ernesto Urcera, padre del firmante, que negó haber sido quien ofertó voluntariamente el espacio, según lo que a este diario relató el intendente Luis Ojeda.

El acuerdo consta de 9 cláusulas, y establece que en el sector, que constará de 5 hectáreas, se podrán llevar los desechos para su disposición final hasta el 30 de noviembre de 2019, plazo prorrogable hasta enero de 2020.

En el convenio, tal como se había mencionado, no se habla de ninguna contraprestación que deba brindar la municipalidad en retribución por el uso de la tierra, ni tampoco establece el pago de una suma dineraria para los particulares.

Qué dice del saneamiento

Lo que llama la atención es la cláusula 5, en la que se detalla que el inmueble (el predio en cuestión) se encuentra en buen estado de conservación, y la municipalidad se obliga a entregarlo en el mismo estado, salvo “los deterioros producidos por el tiempo y el buen uso de los mismos”.

Teniendo en cuenta que se realizarán cavas para enterrar desechos y eso alterará notablemente el lugar es curioso que, para evitar futuros pedidos de saneamiento, no se hayan establecido mayores aclaraciones al respecto.

Cabe recordar que las 5 hectáreas en cuestión están al costado de un camino que llega de la Ruta 2, 100 metros hacia dentro.

De un lado está el tramo alambrado, y del otro un campo que debería ser desmontado para realizar las cavas que contendrían los restos de langostinos.

Sobre esto, se acordó que la Provincia realizaría, con máquinas propias, las dos primeras fosas, que tendrán una dimensión de 100 metros de largo, por 3 metros de ancho y otros 3 de profundidad.

Hasta ahora, no existía ninguna labor iniciada. «Las máquinas llegarán en unos días», prometió el jueves la funcionaria de medio ambiente local Laura Viz.

Las 5 hectáreas están al costado de un camino que llega de la Ruta 2. De un lado está el tramo alambrado y del otro un campo que debería ser desmontado.

Cómo será el traslado y enterramiento

El manejo adecuado de los desechos de langostinos
era una gran demanda de los vecinos.

Tras la firma de un acuerdo
se pactó que el sector industrial se hará cargo de pagar el traslado y enterramiento.

La idea es que la fábrica
de harina de pescado retire
los restos y los seque para la extracción de aceite.

Luego, serían llevados
hasta las cavas del campo
de Urcera. Allí se
dispondrían y enterrarían.