Submarino ARA San Juan: “Mario es fuerte y confiamos en que va a regresar” expresó su hermana

búsqueda del ara san juan

Submarino ARA San Juan: “Mario es fuerte y confiamos en que va a regresar” expresó su hermana

La Armada fue algo que se le cruzó a Mario Toconás (36) recién en el último año del secundario en Sierra Grande. Sus compañeros todavía lo recuerdan con los papeles de la fuerza encima, yendo y viniendo. Todo el tiempo haciendo planes pero sin dar demasiadas pistas, siempre diciendo lo justo.

Se trata de otra historia de superación personal. Un joven hasta ayer anómimo, que busca perfeccionar sus habilidades y destrezas para crecer cada dia.

No había ninguna tradición marina en la familia hasta que la inauguro Sergio, pescador, el segundo de los siete hermanos y como Mario y Alicia, los tres nacidos en Jujuy.

Fue siempre Sergio el que más sustos llevaba a casa. Embarcar en un pesquero es más riesgoso que en un submarino, se había instalado entre los Toconás.

Las profundidades son algo habitual para la familia de un minero. El papa Irineo los trajo a cuestas a Sierra Grande a mediados de los 80, a conseguir casa y trabajo en la mina de hierro Hipasam. El sueño minero.

No puede ser casual que como Irineo, Mario haya escogido como escenario el silencio y el misterio que sólo se puede encontrar debajo de la superficie. Debe haber pensado en eso la primera vez que se embarco en el ARA Santa Cruz.

Nota especial: ARA San Juan: lo que se sabe hasta ahora

A los 18 años, en el 2002, con su título de técnico electromecánico, Mario ya había ingresado a la Escuela de Suboficiales de la Armada (ESSA, la antigua ESMA) en Buenos Aires. Se recibió un año antes de que la escuela fuera trasladada a Puerto Belgrano, la principal base naval del país, que iba a ser también su primer destino. Desde allí zarpó en el destructor Almirante Brown para participar de la recordada operación de rescate de 241 tripulantes del rompehielos Almirante Irizar, tras su incendio en 2007.

Conoció a Ruth, su mujer, poco antes de iniciar el curso de submarinista, que le cambiaría la vida. Se recibió en 2011, cuando Ryan, su hijo mayor, cumplía tres años.

La vida a bordo acentuó el carácter reservado de Mario. Una virtud para un marino. Las misiones largas eran algo excepcional en el ARA Santa Cruz. Pero se hicieron habituales tras su paso al ARA San Juan, en 2015, después de su reparación de media vida. La nave sirve desde entonces a los operativos de rastreo de pesqueros ilegales en aguas territoriales argentinas, con los que la Armada provee de información a la Prefectura. Como cabo principal, esa era la tarea al momento de su desaparición.

Te puede interesar: La Armada sobre el submarino: “El indicio es una anomalía hidroacústica”

Los Toconás conviven con la incertidumbre. Están acostumbrados a recibir poca información sobre los destinos y misiones asignados a Mario. Sostenidos en la iglesia evangélica pentecostal, que abrazó Irineo en Sierra Grande, no han perdido la calma. Pero estas son horas críticas.

“Tenemos fe. Y seguimos pensando en positivo”, dice Rosana, durante las largas horas sin noticias en la base naval de Mar del Plata. Lleva días aquí con su marido David acompañando a la esposa de Mario. Los dos son policías de Río Negro. Sus rostros mezclan tensión y cansancio.

Rosana se pasa a su pequeña hija Noa de una pierna a la otra, como quien busca un descanso. Tiene una mirada intensa. A sus 30, es la voz de los Toconás. Podría decirse que es una mujer preparada para este trance. Pero nadie está listo para esto.

“No nos interesa tener prensa. Pero queremos que ustedes nos ayuden a llevar el agradecimiento a toda la gente que nos acompaña, en nuestro pueblo y en la provincia”, dice. Pide que respetemos la intimidad de Ruth, su cuñada y mujer de Mario, embarazada de pocos meses. Y vuelve a hablar de fe. “Mario es fuerte. Y confiamos en que va regresar. En casa siempre hemos sido creyentes. También el, que es nuestro hermano católico”, dice y sonríe por primera vez. “Pero ya sabemos: hay un solo Dios para todos”.

Video: ARA San Juan: El equipamiento que llegó de EEUU para colaborar con la búsqueda

Rosana Toconás y su testimonio en horas difíciles

Un tenso cruce durante la visita de Macri

La mayoría de los tripulantes del submarino son padres, con hijos chicos. Toconás tiene uno de 8 y su esposa Ruth está embarazada.

Cómo se compone

su familia

Los padres: Irineo Toconás (58) y Leoncia Aguilera. Llegaron desde Jujuy a Sierra Grande en la década del 90 con cinco hijos, los dos más chicos nacieron luego en la localidad minera.

Hermanos: Alejandra (42), Sergio (38), César (34), Natalia (31), Rosana (30) y Miguel

Su esposa: Ruth

Su hijo: Ryan (8)

Investigan un “viejo ruido” al que la Armada reconoció como primer indicio

Pese a un inédito operativo de rescate en la historia marítima mundial al que se sumaron 14 países, nada se sabe del ARA San Juan con 44 tripulantes a bordo. Sin embargo, al caer la tarde, la Armada reconoció ayer el primer indicio oficial: una “anomalía hidroacústica” que podría ser del submarino ARA San Juan.

El vocero de la fuerza, capitán Enrique Balbi, informó que en el marco de la búsqueda, por estas horas se investiga un “nuevo indicio”. Se trata de un “ruido” registrado el miércoles pasado, horas después de haber perdido contacto con la nave.

Hasta el lugar se trasladaban embarcaciones como aeronaves para tratar de determinar si el ruido corresponder al submarino ARA San Juan, que llevaba 44 personas a bordo.

En medio de la incertidumbre crece la angustia de los familiares de los tripulantes y han surgido los primeros cuestionamientos a la Armada por su desempeño en las horas posteriores a que el capitán del submarino reportara una avería en las baterías.

“Ellos (por la Armada) saben qué daño puede producir un problema de batería. Según eso, tendrían que haber solicitado ayuda, pero en base a que su protocolo decía que el submarino tenía que estar arriba no la mandaron y esperaron primero a ver si lo podían localizar y después pedir la ayuda”, comentó Federico Ibáñez, hermano del radarista de 36 años.

“La ayuda la aceptaron tarde… minimizaron el problema”, acotó Ibáñez.

A su lado, su media hermana Elena Alfaro lamentó que “hayan dejado pasar tiempo y que las decisiones se tomaron tarde. Aun así, algo me queda de esperanza”.

La Armada argentina manifestó en reiteradas oportunidades que activó la búsqueda de acuerdo con los protocolos establecidos para los casos de emergencia.

En el marco de los operativos de ayuda, el presidente Mauricio Macri mantuvo una conversación telefónica con su par de la Federación Rusa, Vladimir Putin, quien le ofreció cooperación en la búsqueda del submarino ARA San Juan perdido desde el 15 de noviembre.

Los presidentes acordaron que los ministros de Defensa de ambos países conversarán sobre la implementación de la colaboración rusa, informó Cancillería.

Macri agradeció a su par ruso el ofrecimiento y Putin le adelantó que ponía a disposición inmediata un buque oceanográfico de alta complejidad, de gran utilidad para este tipo de operaciones.

De esta manera, son 13 los países que colaboran en la búsqueda humanitaria para encontrar al submarino.

Buques y aviones ya han barrido un área de más de 482.000 kilómetros cuadrados, similar a la superficie de España.

Una división del escuadrón de rescate de submarinos de EE.UU. se traslada en un buque con la tecnología más moderna hacia la zona de búsqueda.

El dato

“Si está en el fondo hay pocas chances de que estén vivos”

Esto es lo que se sabe hasta ahora sobre el submarino militar “ARA San Juan”, cuya desaparición no logra explicarse.

• Si el submarino está sumergido, sin energía para subir ni para pedir ayuda y sin contacto con la superficie para renovar el aire, la Armada estima que la tripulación puede sobrevivir siete días y siete noches. En ese caso, los 44 marinos habrían fallecido por falta de oxígeno. “Si está en el fondo, hay pocas chances de que hayan sobrevivido”, dijo un exsubmarinista a la agencia francesa AFP que pidió anonimato.

• Si hubo una explosión a bordo y/o un incendio, las posibilidades de sobrevida son ínfimas. Eso explicaría quizás que la baliza de emergencia no haya sido activada.

• Si está en la superficie, a la deriva o con propulsión, el submarino puede flotar. “Si está en superficie, está en una situación que no es estable pero sí es segura. Estanco y flotante sobre sus lastres, no puede hundirse. En un mar embravecido, será sacudido con fuerza”, según Dominique Salles, un excomandante francés de submarino. El almirante argentino Guillermo Delamer estima que si está en superficie, “los radares lo van a detectar”.

Los buques y aviones surcan una zona de unos 500.000 km2 para detectar al submarino, concebido para no ser detectado.

El comandante del submarino, el capitán de fragata Pedro Martín Fernández, reportó a la base de Mar del Plata una avería en

las baterías.

“No nos interesa tener prensa, pero queremos que ustedes nos ayuden a llevar nuestro agradecimiento al apoyo rionegrino”