Se reactivaron focos de incendio en Viedma

Los incendios de campos y pastizales parecieran no tener fin y se volvieron a reactivar en la zona cercana a esta capital. Hasta el momento trabaja una dotación de bomberos en la zona de La Cuchilla.

Por el momento no hay mayores riesgos de que pueda extenderse aunque todo dependerá del viento en las próximas horas. Además en el Partido de Patagones también se registraron varios focos producto de una tormenta eléctrica que descargo varios rayos provocando varios focos de incendio que en estos momentos trabajan para sofocarlos.

También hay otra gran preocupación por parte de los guardaparques, quienes expresaron su inquietud ante el desastre ambiental causado por los recientes incendios de campos y pastizales, y el legislador provincial Raúl Martínez (FvP) solicitó información al Comité Provincial de Lucha contra Incendios (Coplin) por la situación que acarrea estos siniestros que cubrió unas 300.000 hectáreas.

El último foco se desató en el campo La Argentina de propiedad de la familia Iribarren en el área de “La Cuchilla”. Al parecer, una nueva tormenta eléctrica habría despertado el fuego donde trabaja una dotación del cuartel central.

La línea de fuego estaría en inmediaciones de un camino de ripio que recorre la falda de La Cuchilla uniendo todos los campos hasta desembocar en la estancia El Cóndor, en inmediaciones de la villa marítima viedmense.

A través del portal “Áreas Naturales Protegidas y Guardaparques” que dirige el experto Daniel Paz Barreto, los guarparques expresaron que estos hechos “generan daños materiales (por supuesto también los de zonas urbanas y de interfase), y ambientales en sentido amplio”.

A su entender “son campos con actividad principal ganadera en un ambiente de monte, y todas las noticias resaltan la pérdida de ganado o los problemas futuros de los productores agropecuarios” pero “nada de lo ambiental”.

Pusieron como ejemplo “del desastre ambiental” el riesgo en que entraron con la quema “todo tipo de integrantes de la fauna (desde micromamíferos hasta animales de mediano porte como hurones y gatos monteses o del pajonal, reptiles (lagartijas, lagartos, serpientes), aves -época de nidificación-, pues en la región se encuentra el amenazado cardenal amarillo”.

Insistieron en que toda la flora estaba en “fructificación” y en consecuencia hay “pérdida parcial de las funciones ecológicas en toda esa superficie” y por lo tanto se trata de un “desastre ambiental del que los organismos con competencia deben estar fuertemente involucrados” porque “hasta el momento sólo nos hemos enterado de la preocupación sobre el cuidado de la hacienda que estaba en los campos quemados o la declaración de desastre agropecuario .

En tanto, Martínez -acompañado por sus pares del bloque legislativo- solicitó detalles de políticas de prevención, inversiones y campañas de concientización que debió realizar el Coplin ante una temporada critica para los incendios.

En ese sentido, presentó un pedido de informes al Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de Río Negro, a cuya jurisdicción política corresponde la aplicación de la Ley Nº 2.740, para que “informe medidas concretas de prevención en el combate de incendios forestales y de pastizales en la región Noreste de la provincia de Río Negro durante el año 2016”.

Esa norma data de 1994 en Río Negro y por ella se creó el Coplin y en ella se detalla conformación y acciones que deben llevarse adelante ante situaciones como las de este año. El legislador indicó que “los incendios registrados en la segunda quincena de diciembre del 2016 en toda la zona noreste de la provincia de Río Negro son una fotografía infaltable en el anuario a punto de finalizar”.

“ Sus dimensiones en miles de hectáreas consumidas por el fuego, la pérdida de bosque nativo (piquillín, alpataco, jarilla o fume) , pastizales, sembradíos y ganado y fauna autóctona, además de las muestras de coraje y decisión de bomberos voluntarios, policías, personal de Defensa Civil municipales y provinciales y de ignotos vecinos y vecinas, nos han conmovido a todos”, fundamenta Martínez.

El reclamo exige detalles sobre “acciones y políticas desarrolladas para “la coordinación y coherencia en la utilización de los recursos humanos, materiales y financieros, así como la infraestructura existente a fin de lograr un ágil y eficiente accionar en la prevención y lucha de incendios de montes y pastizales”.

En su opinión “el régimen pluviométrico en otoño e invierno superó la media anual y, con las herramientas científicas y tecnológicas que anticipaban un verano seco y caluroso, era previsible la consecuencia en incendios de la magnitud desatados”.

Martínez recordó que “voces experimentadas, como el Jefe del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Carmen de Patagones, Juan Carlos Macri, anticiparon ya en el mes de octubre en los medios de comunicación la necesidad cierta de estar atentos y vigilantes”. Insistió en que “el propio presidente de la Sociedad Rural de Guardia Mitre y caracterizado miembro de la dirigencia ruralista provincial, Juan Leyro Díaz, declaró a la prensa ante la voracidad de los incendios que “lamentablemente los ganaderos no han realizado picadas y contrafuegos en sus campos, una necesidad perimetral que no cuesta más que un ternero por legua lineal de campo”.

Por otra parte, mencionó que “la clara inexistencia de picadas y contrafuegos construidos o delineados en la mayoría de los campos incendiados; las notorias falencias en infraestructura – como la falta de mantención y corte de pastizales en las banquinas de rutas provinciales, especialmente la ruta provincial N° 1- y los escasos elementos y pertrechos para enfrentar la contingencia, hablan por sí solos de la falta de aplicación de lo normado en la Ley 2740”.