Días de pesca y amigos en bahía Cañicul

Llega noviembre, comienza la temporada de pesca y este grupo de amigos ya tiene listos los equipos y permisos para hacer su primera escapada.

El lago Huechulafquen es la meta. Reservan una cabaña en la bahía Cañicul y cargan la camioneta y el gomón con todo lo que van a necesitar para cinco días de pesca y diversión.

Les tocan días templados, con poco viento y el lago calmo. Salen a buscar la trucha por el veril.

En una jornada embarcado se puede hacer pesca con mosca o con señuelo, todo depende de la hora del día, cómo esté el lago y el comportamiento de la trucha.

Según la hora, línea de profundidad o mosca. “El día que más saqué fue a eso de las 20, con ninfas, en un lapso de media hora”, cuenta Fabio, uno de los amigos aventureros. Y aporta un dato curioso: pican más con mosca color naranja. Un promedio de cuatro o cinco piezas de medio kilo cada uno fue el resultado de esta escapada, entre truchas arcoíris, marrones y fontinalis.

El paisaje

En cada salida embarcados el paisaje tiene una atracción singular. Las fotos que muestran son testigos. Una pequeña bahía que descubren entre los acantilados frente a Cañicul deja ver un arroyito que baja de la montaña haciendo varias cascadas en su recorrido con un salto final de unos 15 metros. Las paredes de piedra esconden del exterior este regalo de la naturaleza. Y lo más sorprendente es el silencio, porque el sonido de esa caída sólo empieza a escucharse al adentrarse en la bahía y no antes.

Siguiendo el recorrido por el Huechulafquen, la desembocadura del arroyo Blanco ofrece a la vista una serie de rápidos y pequeñas cascadas. Otra foto imperdible.

Días sin apuro

Como no todo es pesca, caminatas por los alrededores hacen pensar en el paraíso. Ovejas pastando, arroyos entre las piedras, bosques y todo el verde que se instala en las retinas. Y por la noche, carne al asador, vino, charlas alrededor del fuego. Porque de eso se trata, de disfrutar cada momento.

Luego llega la vuelta a casa y comenzar a planificar una nueva escapada, a donde sea que la caña y el reel los guíen.

Los rápidos en la desembocadura del arroyo Blanco en el lago Huechulafquen

Así se ve, desde el lago, una cascada escondida entre paredes de piedra frente a la bahía Cañicul

De paseo por
los tres lagos

Datos

La particularidad de andar embarcados en esta zona de la cordillera neuquina es, además de la pesca, el acceso por agua al circuito lacustre del Parque Nacional Lanín.
Huechulafquen: desde el lago se aprecia la inmensidad del volcán Lanín.
Epulafquen: allí desemboca El Escorial, un río de lava solidificada imperdible.
Paimún: muy buenas playas de arena volcánica oscura en la margen norte.

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