El día que el petróleo no valió ni un centavo de dólar
El precio del barril de Estados Unidos llegó el lunes a su mínimo histórico. Los contratos para junio comenzaron a repuntar. Las operadoras esperan que se reactive la demanda.
Las reservas nacionales de crudo en Norteamérica no tienen lugar para alojar todo el crudo excedente que hay en el mercado.
Sin dudas el 20 de abril de 2020 quedará enmarcado en la historia como el día en el que el petróleo de Estados Unidos no valió nada y las operadoras pagaron para que se lleven sus barriles. En un solo día el precio del barril cayó un 322% y paso de 18 dólares a caer por debajo de cero, un hecho inédito, y como si fuera poco llegó a rozar los – 40 dólares por barril.
Todos los récords negativos que podía romper el barril los logró ese día y es que además de la pérdida de valor profunda, el hecho sucedió en un solo día. Pasó a ser la mayor caída en 24 horas desde 1983, cuando inauguró el mercado para ventas futuras. Generalmente los altos y bajos de precios se dan en un período de varias semanas e incluso meses.
El barril del West Texas Intermediate (WTI) arrancó el lunes pasado a 18 dólares y antes del medio día ya cotizaba a 10,83 dólares. A las 13 horas su valor bajó 8,79 dólares y la carrera para vender posiciones comenzó a explotar y la demanda comenzó a ser cada vez menor. Así pasó a los 4,50 dólares una hora después y antes de las 16 horas el barril ya no valía ni un solo centavo.
El valor negativo se dio principalmente porque la industria petrolera mundial se enfrenta a una situación sin precedentes y es que casi ningún país del planeta necesita nuevos cargamentos de petróleo. Las cuarentenas y aislamientos obligatorios que dictaron la mayoría de los países para evitar el avance del coronavirus bajaron el consumo a niveles que no se veían hace más de cuatro décadas.
Este contexto fue literalmente la peor conjugación de aristas que pudo haber tenido el barril del WTI que, además, se vio durante las últimas horas que regían lo contratos para mayo y esto derivó en una nube especulativa llena de incertidumbre que fue letal.
En números
- US$ -38
- fue la cotización que registró el West Texas Intermediate (WTI) el lunes pasdado a la tarde.
El WTI opera en mercados spot, a diferencia del Brent que lo hace principalmente con contratos fijos, y sus contratos se liquidan con barriles físicos, por eso, en una conjugación de factores inédita como la que se vio el lunes, el precio llegó a valer lo que valió.
El mundo tiene hoy un sobre exceso de crudo que rebalsa la capacidad de almacenamiento de cualquier país, solo los productores potencia tienen todavía un resto disponible. Por esta situación es que los productores pagaron, durante la tarde del lunes y casi todo el día martes, para que se lleven sus barriles.
En números
- US$ 22
- era el precio por barril del WTI proyectado para el arranque de los contratos de junio, pero el mercado abrió en 11 dólares.
Mientras esperaban que el gobierno de Estados Unidos anuncie políticas de ayuda, la otra alternativa que utilizaron las petroleras es alojar los barriles en buques en el mar, otra medida costosa que en la cuenta final suma más pérdidas que otra cosa y, de nuevo, da valores negativos (ver aparte).
Está anomalía no quedó solo en el lunes, sino que su impactó se derramó en las cotizaciones a partir de junio. Sin embargo, vale resaltar que se trata de un mercado volátil y en el caso de que se normalice, las estimaciones futuras también lo harán.
Estaba previsto que los contratos para ventas futuras del WTI de junio arranquen en el orden de los 20 y 21 dólares, pero luego de la estrepitosa caída, los primeros contratos empezaron en los 11 dólares. Sin bien la tendencia a la baja cambió por una alcista, todavía el precio no logró alcanzar las proyecciones previas.
Comentarios