El gobierno negó haber trabado la extradición de militares a España

BUENOS AIRES (DyN) – El gobierno de Néstor Kirchner negó ayer haber obstaculizado la extradición a España de militares argentinos que afrontan cargos ante la Audiencia Nacional de Madrid por genocidio y terrorismo de Estado.

«Fue el gobierno de (el entonces presidente español) José María Aznar el que no accedió a la extradición. El gobierno argentino no tuvo nada que ver», afirmó el jefe de Gabinete, Alberto Fernández.

El juez español Baltasar Garzón, que tramita un juicio por crímenes de lesa humanidad cometidos en los '70 por las dictaduras del Cono Sur, manifestó en su libro «Un mundo sin miedo» que el gobierno argentino trabó los requerimientos para la extradición de militares a Madrid. Ayer, Fernández anunció que el presidente Kirchner remitirá una carta personal a Garzón en la que detallará las acciones de su gobierno en favor de los procesos a los responsables de delitos cometidos en la dictadura.

El jefe de Gabinete ofreció una conferencia de prensa junto al vicecanciller Jorge Taiana y el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, en la que aseguró que Argentina adoptará medidas contra la impunidad. «La República Argentina, con este gobierno en particular, desde siempre, ahora y en el futuro hará todo lo que esté a su alcance para que la impunidad en lo que tiene que ver con la violación de los derechos humanos sea suficientemente juzgada y sus responsables debidamente enjuiciados», abundó. En el libro que irritó a la Casa Rosada, Garzón contó que Aznar rechazó en agosto del 2003 el procedimiento político para la extradición de 45 militares y un civil por «pedido del gobierno argentino», según informó telefónicamente el entonces ministro de Justicia ibérico, Juan José Michavila.

Según el juez de la Audiencia Nacional, Michavila le transmitió que la administración de Kirchner «había pedido tiempo para desarrollar la acción contra la impunidad» a partir de la anulación de las leyes de Obediencia Debido y Punto Final.

Para Garzón, el episodio constituyó «un nuevo punto final» en la Argentina, según escribió en «Un mundo sin miedo».

Consultado por DyN, el fiscal federal de Bahía Blanca Hugo Cañón afirmó que «en su momento altos funcionarios del Gobierno Nacional no me desmintieron que haya habido gestiones ante España en 2003 para que ese país no pidiera las extradiciones de militares argentinos. Si ello ocurrió, sería muy grave». «Hoy hablé con Garzón y me pidió que aclarase que él sólo habla en el libro del comentario que le hizo el ministro Michavila, del Gobierno de Aznar. A Garzón no le consta si eso efectivamente era así. Simplemente repitió lo que le dijo el ministro Michavila», explicó el fiscal. La administración Kirchner reaccionó con ofuscación al relato del juez español, el cual «nos sorprendió enormemente, esencialmente por lo incorrecto que esa afirmación conlleva», dijo Fernández.