Neuquén: el primer juicio oral en pandemia tiene fecha

Habrá un protocolo especial para garantizar la seguridad del tribunal, fiscal, querellante, defensor y testigos. Durará tres días, y será por el homicidio de Daniel Rodríguez.

Pasaron 21 días desde que en la Legislatura le preguntaron al Tribunal Superior de Justicia por qué no se hacen juicios orales en Neuquén. Y aunque todavía no está listo el protocolo sanitario para el manejo de testigos, ayer se anunció que el martes 23 será la primera audiencia presencial del juicio contra Maximiliano Mérgola, imputado de homicidio.

La fecha se conoció durante la audiencia ordenatoria realizada ayer vía Zoom y que sorpresivamente dirigió el juez Fernando Zvilling, del Tribunal de Impugnación, quien además presidirá el tribunal de juicio. Los otros integrantes serán Mauricio Zabala y Estefanía Sauli.

Este juicio quedó rodeado de matices políticos, que exceden la esperable búsqueda de una respuesta de parte de la familia de la víctima, Daniel Rodríguez, y del imputado Mérgola.

El recinto de la Legislatura de Neuquén, durante la última sesión (Gentileza)

• El Poder Judicial empezó a abrir sus actividades al ritmo de la presión que ejercieron, primero los abogados, y después los otros poderes del Estado y la opinión pública.

• El caso elegido para el reestreno de la actividad no sorprende: el 9 de julio próximo Mérgola cumplirá un año en prisión preventiva y quedará en libertad. Salvo que:

• El próximo miércoles 24, mientras se esté desarrollando el juicio, la Legislatura aprobará en particular la ley Gerez, que permite extender la prisión preventiva hasta por 9 meses más “en todos aquellos casos en que los juicios no se hayan realizado o no se puedan realizar por encontrarse suspendida la realización de audiencias de juicio debido a la emergencia sanitaria dispuesta a causa de la pandemia covid 19”.

• ¿Será Mérgola el primer caso en el que se aplicará esta nueva ley?


El protocolo


El Tribunal Superior prometió que los juicios orales estarán regidos por un estricto protocolo sanitario que hasta ahora nadie vio, pero que estará listo para antes del comienzo del juicio.

En la audiencia ordenatoria de ayer, y tal como anticipó Río Negro, la defensa pública ejercida por Ivana Dal Bianco se plantó firme con sus exigencias: un médico en la sala, barbijos especiales, que el imputado esté a su lado para poder comunicarse con él, entre otras.

Fernando Zvilling presidirá el juicio, la semana próxima. (Archivo)

La defensa pública no lo llama exigencias ni menos aún condicionamientos. La cuestión es que el juez Zvilling separó los conceptos nada más empezar: no permitió que se discutiera nada vinculado con el protocolo porque esa es tarea del TSJ, le garantizó a la defensa que se respetarían todos los derechos del imputado, e intentó avanzar en convenciones probatorias para reducir, en lo posible, la cantidad de testigos citados a juicio.

Aclaró que «ningún testigo esencial declarará por Zoom» y dejó al acuerdo de las partes que decidieran quiénes podían prestar testimonio por videoconferencia.

En la audiencia de control de acusación, en diciembre del 2019, la fiscalía citó a 28 testigos. De ellos, 16 son policías, 7 son peritos y 5 son ciudadanos comunes. La defensa, en ese entonces ejercida por un particular, ninguno.

La fiscal Eugenia Titanti no puso ningún obstáculo para la realización del juicio. El querellante Alejandro Bustamante adhirió a todo. Y la directora de Asistencia a Impugnación y Coordinadora General, Gabriela Villalobos, anunció la fecha del juicio: 23, 24 y 25 de junio. Quizá se corra todo un día, si el protocolo no está listo.


Lo que pide la defensa


El defensor general Ricardo Cancela aclaró que «no emitió resolución alguna para que ‘ningún defensor asista de manera presencial a ninguna audiencia’ en prevención de contagiarse el covid-19”.

«Lo que sí es razonable en este contexto de pandemia (y más ante el aumento de casos y de circulación comunitaria registrados en los últimos días), es el pedido de que haya un protocolo adecuado que garantice la salubridad de todos los presentes en las audiencias«, concluye.   

Raúl Caferra, cuando asistió a la comisión A de la Legislatura (Archivo)

Por su parte el defensor de Circunscripción Raúl Caferra afirmó que “la defensa pública no pone ningún condicionamiento para hacer los juicios orales”, pero aclaró que “queremos saber qué dice el protocolo de seguridad” que está elaborando el Tribunal Superior de Justicia.

Caferra afirmó que la defensora Ivana Dal Bianco “no puso condiciones” para el juicio contra Mérgola, sino que “pidió algo que es lógico: tener comunicación directa, cercana, con su asistido durante el juicio. Un defensor necesita hablar en voz baja, consultar, intercambiar información. Queremos saber cómo se va a garantizar ese contacto sin que el imputado ni la defensa corran riesgo de contagio”.

Desmintió además que exista alguna resolución que impida a los defensores asistir a los juicios de manera presencial. “Todo lo contrario”, aseguró.


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