Pinturas del último fin de siglo

Son diez los pintores y treinta las obras. Fueron producidas durante la última década del fin de siglo. Sintetizan la "Muestra Itinerante del Museo Nacional de Bellas Artes". Es la segunda expo de magnitud en el Museo del Parque.

NEUQUEN (AN).-Con tranquilidad y pulcritud, arribó el miércoles la Muestra itinerante del Museo Nacional de Bellas Artes. Tiempo suficiente para desempacar y colgar como es debido, dándole jerarquía en el espacio del Museo del Parque Central.

Hoy todo está previsto para la gran inauguración, a las 20.30, con lo que se pretende volver a «tirar la casa por la ventana». Es la segunda exposición de magnitud de la subsecretaría de Cultura del municipio neuquino.

Curada por el titular del museo porteño, Jorge Glusberg, el público podrá ver exponentes de las artes de la pasada década, propias de fin de siglo.

Se trata de una serie que consta de tres obras de diez pintores de nuestro país en técnicas variadas. Es todo un grupo de artistas que tienen distintos estilos y fueron reunidos en esta muestra itinerante que podrá verse durante treinta días en esta ciudad. Los colegios pueden reservar visitas guiadas.

Una mirada a vuelo de pájaro hacia la entidad que alimenta esta muestra, se hace imprescindible. Especialmente estará focalizada en los orígenes, tan humildes y esforzados como los de cualquier institución local. Por eso, cuando se ha anunciado que Neuquén será sede del Bellas Artes y vendrán parte de los 9000 cuadros que tiene en existencia y que en un futuro se edificará en el Paseo de la Costa (que unirá el Limay con el Neuquén) el Museo de Arte Moderno, se puede encender una esperanza de que ambos acontecimientos se tornen más que promesas.

Una valija madrileña que bajó de los barcos, podría haber sido la fundadora de un museo, pero las cosas se pusieron espesas y no pudo ser.

La historia cuenta su historia. Es así.

El Museo Nacional de Bellas Artes que ha cumplido su centenario, es considerado como el mayor acervo artístico de nuestro país y uno de los principales de América.

Creado el 16 de julio de 1895, abrió sus puertas el 25 de diciembre de 1896, bajo la dirección del pintor y crítico de arte Eduardo Schiaffino, a cuyas instancias había sido fundado por el gobierno de José Uriburo.

«Queda satisfecha así una antigua aspiración compartida por políticos, artistas y escritores nacidos bajo el signo de la Argentina independiente.

Fue Bernardino Rivadavia, ministro del gobierno de la provincia de Buenos Aires, quien instaló el Museo Público, a fines de 1823, materializando así una iniciativa suya de 1812. Anque dedicado al principio a la Historia Natural (será base del Museo Argentino de Ciencia Naturales hoy), era deseo de Rivadavia construirlo también en repositorio de obras de arte. Terminadas sus funciones en 1824, Rivadavia marcha a Londres, en misión oficial. Uno de sus cometidos era adquirir pinturas y esculturas para el Museo Público. En el verano europeo de 1825, la Casa Baillot, Piet y Cia de París, informa a Bernardino acerca de don José Mauroner, radicado en Madrid, dueño de una «bella colección de cuadros antiguos, compuesta la mayor parte por originales de las escuelas italiana, flamenca, española y francesa», que los entendidos «juzgan más apta para un museo que para una colección particular».

Obvio es que Rivadavia acepta la oferta, porque Mauroner arma su valijón lleno de cuadros, se embarca de inmediato con la pinacoteca, aunque llegará a puerto porteño en 1928, mientras tanto Rivadavia, de regreso de Londres, es elegido Presidente de Argentina.

En el medio la guerra con Brasil, contiendas intestinas, la dimisión de Rivadavia, hacen que apenas se expongan aquí las obras, que regresarán a Madrid junto con su dueño.

Tras algunos intentos frustrados, en octubre de 1876 se funda la Sociedad Estímulo de Bellas Artes, que desempeñará un papel decisivo en la institucionalización de las manifestaciones estéticas de la Argentina.

Es obra de Eduardo y Alejandro Sívori, José Agujari, París, Schiaffino, Dormal, el periodista Carlos Gutiérrez y el decano de los pintores argentinos Juan Camaña (1800-1878), a quienes sus compañeros designan presidente de la asociación. Al año siguiente inaugura la Academia de Bellas Artes.

La Sociedad Estímulo se «establece en un local frontero a la Plaza de Monserrat, habilita una exposición permanente de obras de arte argentinas y extranjeras, que se constituye en un esbozo de Museo, el primero en el país».

Habrá que esperar hasta al Navidad de 1896 para que la entidad que nos visita con su muestra itinerante, abra sus puertas.

A 104 años, el actual titular, hará «Un Guggenheim a la criolla» del Museo Nacional de Bellas Artes.

Jorge Glusberg, emulando a la entidad norteamericana que abrió sedes en diverso países, realizará lo mismo, en Neuquén, Mar del Plata, Córdoba y Rosario.

Los artistas y sus obras

Diez son los artistas que muestran sus obras, todas producidas en los 90, desde hoy en el Museo del Parque.

Juan Le Cuona: trae técnica mixta «Princesita de mi isla» (1997), «Princesita malcriada» (97), «Malcriadas en acción» (96).

Tulio Sagastizábal: le pertenecen (pinturas acrílicas sobre tela) «Sin título», «Collori» y «Lluvia en Venus». Todas de 1999.

Héctor Médici: (técnica mixta) «La precisión del trazo»(96), «Desenlaces»(97) y «Bajo el burlón mirar de las estrellas»(95).

Eduardo Médici: (acrílicos) «Sin título» I, II, III. Entre los años 1998 y 1999.

Alfredo Prior: (esmalte acrílico y técnica mixta 1995 al 97)»La Anunciación», «El triunfo de Apolo» y «Proteo».

Diana Dowek: (acrílicos 1996 y 1997) «De lo inestable», «La parte del León» I y II.

Daniel García: (acrílicos 1996 y 1999) «El silencio imposible», «Easy to love» y «Puro de corazón».

Nora Aslam: (técnica mixta, todas de 1999) «Finisterre», «Aguada» y «Foguero».

Enrique Risso Burone:. (óleo sobre tela 1991 y 1993) «Lugar urbano entre las montañas» y «Esperando los partidos».

Clorindo Testa: (acrílico sobre tela, todas de 1994) «Estoy despierto», «Estoy vivo» I y II.


NEUQUEN (AN).-Con tranquilidad y pulcritud, arribó el miércoles la Muestra itinerante del Museo Nacional de Bellas Artes. Tiempo suficiente para desempacar y colgar como es debido, dándole jerarquía en el espacio del Museo del Parque Central.

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