El dilema de Bianchi persiste en el ataque

BUENOS AIRES (Télam).- Las dudas sobre quiénes serán los atacantes titulares en el conjunto que presentará Boca ante Ríver el domingo por la undécima fecha del Clausura, quedaron expuestas ayer durante la práctica que el equipo xeneize realizó en el complejo de Casa Amarilla.

Carlos Bianchi entrenó por separado a la dupla integrada por Guillermo Barros Schelotto y Antonio Barijho, quienes practicaron fútbol, y la compuesta por Marcelo Delgado y Alfredo Moreno que efectuaron un trabajo táctico con pelota.

Los dos primeros jugaron juntos un partido en el que Bianchi fue el árbitro y que se llevó a cabo entre suplentes y algunos habituales titulares; en tanto que Delgado y Moreno se movieron sólo con el equipo que el martes último venció a El Nacional de Ecuador, en la Bombonera, por 5 a 3.

De lo visto en la práctica, Bianchi maneja dos posibilidades y ellas son la presencia de Guillermo Barros Schelotto junto a Antonio Barijho, o la dupla que integran Marcelo Delgado y Alfredo Moreno.

De esta manera la formación de Boca sería con Córdoba; Ibarra, Bermúdez, Samuel y Arruabarrena; Marchant, Traverso, Gustavo Barros Schelotto y Riquelme; Guillermo Barros Schelotto o Delgado y Moreno o Barijho.

La idea de Bianchi es presentar ante Ríver un equipo fuerte en todas las líneas y con una profunda vocación ofensiva, por lo que la duda es si con la incorporación de Barros Schelotto y Barijho el conjunto ganaría en fortaleza física, pero carecería de rapidez en la definición de los ataques.

La dupla integrada por Marcelo Delgado y Alfredo Moreno, a su vez, le aseguraría al director técnico agilidad para el juego ofensivo, pero perdería peso en jugadas dentro del área chica.

Ayer, Bianchi distribuyó al plantel en dos grupos: los que jugaron ante El Nacional se dirigieron a una de las canchas auxiliares donde, tras una serie de ejercicios aeróbicos y de resistencia, practicaron definición con pelota controlada. El resto jugó en la cancha principal un cotejo que duró alrededor de 80 minutos, y en el que se enfrentaron los «azules» y «amarillos».

El encuentro finalizó con la victoria del conjunto «amarillo», por 3 a 2, con goles de Bataglia, Ruiz y Guillermo Barros Schelotto.

Los jugadores volverán a encontrarse hoy a las 9,30 para entrenar y aproximadamente a las 18 quedarán concentrados en un hotel céntrico.

Arruabarrena en una «autopresión»

Rodolfo Arruabarrena admitió que a Boca no le queda otra alternativa que «ganarle el partido del domingo a Ríver, porque en caso contrario las chances de obtener el Clausura serán mínimas».

«Si perdemos nos alejaremos demasiado de la punta y si empatamos no estaríamos mucho mejor, por lo que no nos queda otra alternativa que el triunfo para continuar con aspiraciones», expresó.

«Si bien vamos a tener tres partidos ante Ríver, en el medio tenemos que jugar ante Central y Newell»s, que también son importantes, por lo que vamos a ver si podemos ganar todos estos partidos para tener chances», agregó.

Al retomar el comentario sobre el clásico del domingo y si influye favorablemente para Boca que no juegue Javier Saviola en el equipo «millonario», el «Vasco» apreció que «si bien el pibe es un jugador que puede definir un partido, Ríver también tiene otros buenos jugadores. Creo que lo importante es empezar ganando el clásico, por lo que creo que estos son muy lindos partidos para jugarlos y ojalá salga un buen espectáculo», dijo.

El «Millo» no quiere líos en el estadio

BUENOS AIRES (DyN).- La posibilidad de que Hernán Díaz sea titular para el superclásico cobró ayer mayor peso, en un Ríver que se muestra pletórico de optimismo, pero con la firme postura de no continuar dentro de la «Bombonera» en caso de producirse incidentes que afecten a los jugadores.

Así lo hicieron saber los experimentados Roberto Trotta y Roberto Bonano, con mayor énfasis el primero, que no trepidó en afirmar que Ríver se retirará del campo de juego si estalla algún episodio de violencia. Cabe señalar que el propio Américo Gallego, había amenazado varios días atrás con reclamarle al árbitro Horacio Elizondo la suspensión del match si era víctima de escupitajos u otras agresiones que suelen perpetrar los plateístas de Boca contra el banco de suplentes de equipos visitantes.

En lo estrictamente futbolístico, el plantel se entrenó en el Monumental y en cuanto al parte médico, las cosas no andan bien: Damián Alvarez, el suplente natural del conductor Pablo Aimar, será operado mañana de fractura de su pie izquierdo y tendrá tres meses de inactividad, mientras que el volante Eduardo Coudet, que iba a ser titular el domingo, no podrá jugar por un mes a causa del agravamiento de una distensión de la cara posterior del muslo derecho.

La baja de Coudet, la inexperiencia del chico Ariel Franco y la todavía inestable condición física de Marcelo Escudero, parecieron ser motivos sobrados para suponer que Gallego le concederá la titularidad, como número ocho, al ya «legendario» Hernán Díaz, quien volvió del «confinamiento» al que lo situó Ramón Díaz. De hecho, Gallego insinuó antenoche en conferencia de prensa que era una posibilidad muy factible que jugara de entrada.

De no mediar sorpresas, el equipo sería con Bonano, Lombardi, Trotta, Berizzo, Placente, Díaz, Ledesma, Gancedo, Aimar, Cardetti y Angel.