Ginóbili, emocionado con el recibimiento

Actualizado a las 20:50

BUENOS AIRES (Télam). El bahiense Emanuel Ginóbili se manifestó hoy «muy emocionado» con la recepción que tuvo «de todos los argentinos» que se cruzó desde que llegó poco después del mediodía al aeropuerto de Ezeiza y aseguró que «nunca había vivido algo semejante».

«Me emocionó la repercusión que tuvo en Argentina todo lo que logramos con San Antonio Spurs en la NBA», confió Ginóbili apenas cuatro horas después de regresar al país, durante la media hora de conferencia de prensa que ofreció en el hotel Hilton, de Puerto Madero. «Acá la gente me saludó en apenas cuatro horas que estoy desde que llegué a Buenos Aires casi más que en varios días en San Antonio. Me golpeaban el auto cuando venía de Ezeiza, me gritaban cosas lindas. La verdad que nunca viví algo parecido. Es la primera vez», confió.

Sobre su tercera temporada en la máxima liga basquetbolística del mundo, Ginóbili realizó una operación muy subjetiva. «En el primer año no tenía el mismo rol que ahora en el tercero. Y en los play offs fue muy importante que el técnico Gregg Popovich me diera la primera opción para definir las jugadas clave por encima de Tim Duncan», confió. «La verdad que fuimos campeones porque ganamos de milagro el quinto juego», expresó con sinceridad.

Y en cuanto al remanido tema del MVP (jugador más importante) de la final, que finalmente le fue otorgado precisamente a Duncan por apenas 6 votos contra 4, admitió que «fue justo», y que se alegró tanto como el natural de Islas Vírgenes lo hubiese hecho si el ganador era él. Sobre otro compañero de equipo, el francés Tony Parker, a quien se lo criticó mucho por su juego individualista, 'Manu' lo defendió con firmeza. «Todos lo critican, pero estoy seguro que será una estrella de la NBA. Lo que pasa es que él es un base goleador, algo poco habitual para su puesto», aclaró.

El temario pasó a algo «más terrenal» como el seleccionado argentino y en ese aspecto Ginóbili manifestó que «la elección del reemplazante del técnico Rubén Magnano se demoró más de lo esperado. Pero creo que con Sergio Hernández no cambiará nada respecto del proyecto anterior, porque también es un gran entrenador», mencionó sobre su conciudadano ex Boca. Y sobre el mundial de Japón del año próximo, advirtió que «nunca» había dicho que no iba a jugarlo. «Lo que aclaré fue que todavía no podía asegurar nada al respecto porque todavía falta mucho», apuntó.

Una peculiar consulta sobre que ocurriría en un eventual enfrentamiento entre los Spurs y el seleccionado argentino, el bahiense opinó que «si se juega con reglas NBA gana San Antonio. Pero si se lo hace con las de FIBA, ganamos nosotros», puntualizó, en una insconsciente toma de posición por el representativo nacional.

Pero de la NBA destacó «el aporte social que viene realizando en todo el mundo y Argentina no es la excepción (mañana se presentará en un hospital capitalino y visitará a enfermos de SIDA)». Además participará del ciclo de clínicas Básquetbol sin fronteras, tanto en el Cenard como posteriormente en su natal Bahía Blanca.

Y a las 9 de mañana también visitará al presidente de la Nación, Néstor Kirchner, junto a sus compatriotas de NBA Andrés Nocioni (Chicago Bulls) y Carlos Delfino (Detroit Pistons). «No me siento como uno de los más grandes deportistas argentinos de la historia como dicen algunos periodistas, porque hay otros inigualables como Diego Maradona y yo no estoy ni cerca de él, o de Juan Manuel Fangio u otros gigantes», concluyó con su habitual sinceridad y modestia. Esa que también lo ayudó a ser el grande que niega ser.