Pepe Soriano, un actor con alma de Quijote
Pepe Soriano no se encierra sólo en el teatro y sigue preocupándose por la realidad, hace oír sus inquietudes, mientras disfruta de "Visitando al Sr. Green"
BUENOS AIRES (Télam).- El actor Pepe Soriano carga sobre sus hombros una vida entera dedicada a la actuación, con una larga experiencia en teatro, cine y televisión que trasciende las fronteras de la Argentina y que culmina en estos días con su participación en la obra «Visitando al Sr. Green» que se presenta en el Multiteatro.
Habla con el entusiasmo y la pasión del más joven de los jóvenes y sigue preocupándose por la realidad del país con fervor militante.
«Estoy un poco más curtido, pero siempre con las mismas ganas de pelearme, que parece ser que es algo que no puedo perder y se acrecienta con los años, este querer que los actos de los hombres tengan un poco más de justicia. No pido nada más, favores personales no necesito, vivo contento con mi trabajo», afirmó a manera de autodefinición.
Momentos antes, había divisado a Luis Brandoni caminando por Corrientes y abandonó por un momento la charla con Télam para entregarle un material para que presente en el Senado, si llega a triunfar en las próximas elecciones.
«Acabo de darle a Brandoni -explicó- algo por lo que vengo peleando desde hace tiempo: el derecho de intérprete. No puede ser que el Canal Volver use mis películas y no pague un peso, mientras los senadores, diputados, presidentes y ministros se hacen los tontos sin advertir que nos están robando a los tipos de trabajo. Por Dios!, es un robo a la vista y la justicia no dice nada».
El derecho de intérprete es reconocido por varios países, inclusive por España, con una legislación que bien podría servir de modelo. «Aunque no vivo en España, me pagan por todos mis trabajos que se pasan por televisión -destacó-. Me mandan unos pesos que representan un poco más que una jubilación de acá. Imaginate lo que ganaría yo si aquí me respetaran de la misma manera».
«Por eso hablo de la justicia y me enojo. A lo mejor hay mucha gente decente en el gobierno -reflexionó- pero tienen que tomar una responsabilidad en el ámbito de la cultura. Lo que quiero son políticas culturales, no funcionarios maravillosos de buena voluntad».
Pero pronto su aparente enojo se disipa y aborda el tema que más le interesa que es la realidad teatral en la Argentina. «Tengo la impresión de que estamos viviendo tiempos de teatro minimalista -sostuvo-. El teatro heroico, social o mitológico ya no tiene mucho espacio, impera un teatro donde se manejan sentimientos chiquitos, con dos o tres personajes».
No hay en la expresión de Soriano objeción alguna a esa realidad, hay una tácita comprensión de que el problema tiene un trasfondo económico. «Los productores no pueden hacer una obra con ocho actores -reconoció-, pero cómo hacemos para decirle a nuestra gente tan pro
fundamente respetable como Griselda Gambaro, Tito Cossa o Daniel Veronese que escriban sólo para dos personajes?. Cuando el autor escribe es porque tiene una idea y si la corporiza con ocho actores, lamentablemente la obra no se puede hacer».
Lo realmente preocupante es que el mismo minimalismo formal se refleja en la temática y se traduce en la falta de compromiso.
«El compromiso social es el gran ausente de los escenarios -reconoció- o, a lo sumo, aparece el vínculo entre el que tiene mucho y el que no tiene nada, pero siempre desde el plano subjetivo».
Uno de los grandes conflictos del trabajo actoral es la falta de continuidad, lo que dificulta en muchos casos la libertad de decisión para aceptar o no una propuesta. «Por suerte yo me puedo dar el lujo de elegir lo que hago -aseveró-. En pleno 'Proceso López Rega-Militar' yo inventé una manera de salir en gira con 'El Loro Calabrés'. Gracias a ese espectáculo he dicho que no muchísimas veces. Aunque sólo me da para comer y no para comprar propiedades, sigo diciendo que no cuando lo siento».
En «Visitando al Sr Green» Soriano comparte cartel con Facundo Arana que hace con esta obra su debut teatral. «Me siento muy bien trabajando con Facundo -aseguró-. Yo nunca hice distingo entre el que sabe y el que no sabe. Todos los métodos conducen al rescate de la intuición. Si un tipo tiene intuición le basta. ¿Vos crees que Parravicini, Muiño, Marrone o Petrone manejaban muchos más recursos que su intuición?. Sin embargo entregaron un patrimonio que aun hoy tiene vigencia».
En la obra que se presenta en el Multiteatro Soriano representa a un anciano judío que, accidentalmente, tiene que recibir en su casa a un joven que tiene la consigna de atenderlo y cuidarlo. El anciano, celoso de su soledad, comienza rechazándolo pero paulatinamente se va creando entre ellos lazos de amistad.
En términos generales puede resultar peligrosamente cercano al personaje de «El loro calabrés» pero el actor aclaró qué mecanismos utilizó para diferenciarlos y no dejar que ninguno de los dos lo invadan como persona. «Desde hace muchos años hice un largo trabajo de análisis y eso me dio la posibilidad de fijarle boyas a la entrada del barco, boyas que también le van a permitir salir, si no es así puede quedar varado», explicó finalmente.
BUENOS AIRES (Télam).- El actor Pepe Soriano carga sobre sus hombros una vida entera dedicada a la actuación, con una larga experiencia en teatro, cine y televisión que trasciende las fronteras de la Argentina y que culmina en estos días con su participación en la obra "Visitando al Sr. Green" que se presenta en el Multiteatro.
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