Acto criminal en un servicio esencial

Llevo más de una semana sin internet ni línea fija, con muy graves consecuencias para el trabajo home office de mi familia. Desde el mismo momento de la interrupción -en el área céntrica de Roca- hice el reclamo a la prestadora del servicio, Movistar, pero debí sostenerlo día a día ya que nada resolvían.

Tuve que peregrinar por varios operadores del call center, por respuestas robots y por encuestas a las que me obligaban. Está establecido que en las 72 horas hábiles debía resolverse el problema técnico. Eso no ocurrió hasta ayer -una semana después del corte- cuando un técnico finalmente llegó a mi domicilio a verificar la línea.

Y aquí comienza el segundo capítulo de esta odisea: determinaron que los cables de mi casa y de las vecinas fueron cortados a propósito por operarios de una obra de construcción cercana, simplemente porque les molestaba en ese punto de la edificación.

Sigo sin internet ni teléfono fijo. Ahora Movistar inicia una segunda etapa por vía administrativa y luego técnica para restaurar la intencional interrupción.

Espero no tener que aguardar una semana más sin servicio.

Espero algo más: que Movistar inicie una acción penal contra quienes en la práctica hicieron un delito criminal de carácter federal: privar adrede de un servicio esencial a varios vecinos, sabotearles sus líneas y atentar contra los derechos personales, en momentos tan delicados como esta pandemia y con consecuencias gravosas para sus labores o, eventualmente, emergencias requeridas.

Olga Cassano

DNI 17.736.693

General Roca


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