La «nube tóxica terrorista» que nunca llegó

Pese a las numerosas advertencias y catástrofes anunciadas, los expertos son ahora cada vez más prudentes sobre la posibilidad de un ataque masivo con armas químicas o bacteriológicas. Aunque el peligro existe, un atentado de este tipo demandaría una logística y un conocimiento que ningún grupo terrorista

por: CHARLES J. HANLEY

AMAN, Jordania (AP).- Después de un ataque a un depósito en el norte de Jordania, el informe de las autoridades aterró a los pobladores de Amán.

Terroristas vinculados con Al Qaeda habían conseguido reunir una serie de sustancias químicas con las que planeaban fabricar una bomba para irradiar una «nube venenosa'' de más de 3 kilómetros de ancho sobre esta capital y matar hasta unas 80.000 personas, dijo la fiscalía militar.

Los secuaces de Osama ben Laden habían pergeñado finalmente un arma de destrucción masiva (ADM).

Un año después, en vista de un minucioso escrutinio científico, ese escenario macabro parece más ficción que realidad. «¡Ochenta mil! Eso habría sido como Hiroshima. Y aquello fue una bomba atómica'', dice Samih Khreis, uno de los abogados de los supuestos confabulados. Los abogados defensores no son los únicos que se mofan de la acusación de una ADM en ese caso.

Los expertos internacionales que revisaron la supuesta lista de sustancias químicas recopiladas por los sospechosos -desde el compuesto industrial amonio hasta la explosiva nitroglicerina- dicen que ni los acusados ni las autoridades jordanas tenían mucha idea sobre la fabricación de un arma química.

Los compuestos «podrían generar algunos subproductos tóxicos, pero es improbable que produzcan una cantidad significativa de muertes por envenenamiento'', dijo el británico Ron Manley, ex alto asesor de las Naciones Unidas sobre armas químicas.

La nube venenosa de Amán es un episodio dudoso más en la historia de la búsqueda de armas apocalípticas por parte de los terroristas, una visión siniestra que se ha afianzado como un axioma en la estrategia antiterrorista.

A cuatro años de la «guerra mundial contra el terror'', la mitad de los estadounidenses encuestados a mediados del 2005 dijeron alentar «mucha'' preocupación sobre la posibilidad de un ataque con ADM, según la agencia encuestadora Agenda Pública.

Las preocupaciones afloraron en los años '90 cuando la desintegración de la Unión Soviética dejó numerosas armas, entre ellas nucleares, vulnerables a robos.

 

Intenciones y realidad

Las preocupaciones se intensificaron cuando aparecieron «recetas'' de armas de destrucción masiva en la internet.

En 1998, el líder de Al Qaeda, ben Laden, dijo a l revista Time que consideraba «un deber religioso» la adquisición de dichas armas para defender a los musulmanes. Tres años más tarde, en Afganistán, los militares estadounidenses hallaron documentos de Al Qaeda, equipos rudimentarios y otras evidencias de experimentación química y biológica. La intención de Al Qaeda es clara, dice un alto analista estadounidense de inteligencia.

«La intención es evidente y se la puede apreciar en las 'fatwas' que justifican el uso'' de las ADM, dijo Donald van Duyn, de la División de Contraterrorismo del FBI. Una fatwa, o decreto religioso musulmán, emitido por el clérigo radical saudita Nasser al-Fahd en el 2003 a pedido de ben Laden, «autorizó'' el uso de dichas armas «si es que solamente mediante su uso los musulmanes pueden rechazar a los infieles''.

En medio de todas las advertencias, alardes y versiones escalofriantes, empero, suele omitirse la enorme dificultad de preparar dichas armas, junto con la evidente falta de experiencia y de una base estable de Al Qaeda, la escasa confiabilidad de las «fórmulas'' de la internet y el progreso mundial en la interceptación de las materias primas para las armas más destructivas.

Ver infograma: Cómo esperan un ataque químico Notas asociadas: Muchos dudan de que se produzca un ataque masivo Las sustancias y sus limitaciones  

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por: CHARLES J. HANLEY

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