«En los centros clandestinos había mucha camaradería»

LA PLATA.- El ex capellán de la Policía Bonaerense Christian Von Wernich dijo ayer ante la Justicia que los centros clandestinos de detención eran «comisarías embanderadas», sitios a los que habría calificado como «lugares de mucha camaradería».

Von Wernich declaró ayer ante el juez federal de La Plata Arnaldo Corazza como imputado de desaparición forzosa de personas, torturas y tentativas de homicidio.

Admitió haber visitado comisarías durante la última dictadura militar, pero negó que ellas hubieran funcionado como centros clandestinos de detención.

Fuentes con acceso a sus declaraciones ante la Justicia, señalaron que el religioso «reconoció haber visitado en distintas oportunidades los centros clandestinos de Puesto Vasco, Destacamento de Arana, el Pozo de Quilmes y Coti Martínez, aunque dijo que a su entender se trataba de 'comisarías embanderadas' donde 'el ambiente era muy grato y había mucha camaradería'».

Corazza indagó a Von Wernich en el marco de la causa «Camps II», donde se le imputa participación en al menos 14 casos de desaparición de personas, torturas a sobrevivientes de la represión ilegal y tentativas de homicidio durante la última dictadura militar.

En ese marco, dijeron los voceros judiciales, «Von Wernich declaró que su función era visitar los centros de detención para darle charlas al personal policial sobre formación cristiana, por indicaciones del capellán mayor, monseñor (Antonio) Plaza», ex arzobispo de La Plata.

«Dijo además que si bien tuvo contacto en los calabozos con varios detenidos, entre ellos los periodistas Jacobo Timmerman y Osvaldo Papaleo, y el juez Ramón Miralles, jamás les preguntó la causa por la que se encontraban privados de su libertad», relataron las fuentes.

A partir de la indagatoria de ayer, el juez Corazza tiene diez días para resolver la situación procesal del cura, quien se encuentra detenido desde fin de 2003 en la Unidad Antiterrorista de la Policía Federal, con prisión preventiva por otra causa.

Los organismos de derechos humanos recopilaron declaraciones e información mediante lo cual determinaron que en Puesto Vasco y los demás centros de detención involucrados en la causa «Camps II» se cometieron delitos de privación ilegal de la libertad, tormentos y homicidios.

El sacerdote, según la acusación, habría sido «miembro de la organización que posibilitó esa comisión masiva de delitos», por lo cual el fiscal Sergio Franco le requirió al juez Corazza la orden de detención e indagatoria para Von Wernich.

Juan Martín Cerolini, abogado del ex capellán, manifestó que Von Wernich adujo su condición de sacerdote para evitar dar a conocer detalles de lo que ocurría en esos lugares de detención. «Hubo algunas cosas de las que no pudo hablar por el secreto de confesión», completó Cerolini.