Entre rechazos y críticas, Edersa pidió un aumento del 8,3% de la tarifa

CIPOLLETTI (AC).- Rodeada de fuertes rechazos y cuestionamientos, Edersa pidió ayer un aumento del 8,3% de la tarifa para afrontar mayores costos laborales. Su postura sólo contó con el apoyo de la Cooperativa Eléctrica de Bariloche (CEB), que presentó una solicitud similar oportunamente. Las demás instituciones y usuarios que participaron de la audiencia pública realizada en Cipolletti, le dijeron «no» al incremento, basándose en los ingresos de la empresa, entre otros fundamentos. Ahora el Ente Provincial Regulador de la Electricidad (EPRE) tiene 120 días para resolver.

De concretarse esta suba, los usuarios residenciales y comerciales pequeños serían los que proporcionalmente más padecerían esta medida. Deberían afrontar unos 4 pesos más ante cada factura.

La audiencia pública extraordinaria se concretó ayer en instalaciones de la Asociación Española de Cipolletti, donde se concentraron unas 100 personas. El objetivo era evaluar la solicitud de modificación tarifaria presentada por la distribuidora.

Norberto Bruno, gerente general de Edersa, fue el primer expositor. Con ayuda de filminas, el gerente habló de las diferencias entre la empresa real y la ideal hasta llegar finalmente al pedido concreto. Requirió una actualización tarifaria en base a dos cuestiones. Por un lado, la actualización del costo laboral de la empresa «ideal» a los costos laborales actuales de salarios promedios del sector (en este caso solicitó 8.259.100 pesos anuales); y por otro, un recupero de 6.653.231 pesos teniendo en cuenta lo pagado por la firma a partir de la aplicación de las leyes y decretos nacionales.

El broche de la exposición fue el cuadro donde mostró la incidencia en las tarifas por esta modificación. Precisó así que el incremento que se solicita es de un 8,3% como promedio.

Tras su presentación comenzó la seguidilla de rechazos y críticas hacia la empresa.

El puntapié inicial lo dio el defensor del Usuario, Juan Kugler, quien cuestionó la «insuficiente documentación» presentada por la distribuidora respecto del aumento. Dijo que sólo por la información periodística se supo cuál era el porcentaje que la firma pretendía pasar a la tarifa. «En el estudio de las presentaciones de Edersa nunca supimos cuál era este porcentaje, que hoy se oficializa del 8,3%», enfatizó. Kugler lanzó una serie de recomendaciones a EPRE.

Los usuarios residenciales Miguel Srur y Carlos Celeste siguieron después reforzando el rechazo. El primero de ellos hizo hincapié en la grave situación en la que se encuentra la firma luego de la fusión «que redujo el patrimonio a la mitad»; y el segundo mostró con cifras la productividad «fantástica» de la distribuidora en estos años. Comparó los costos salariales con la cantidad de usuarios y la distribución de energía para demostrar que «no es necesario el aumento tarifario».

Siguieron después los gremios que representan a los trabajadores de Edersa, el sindicato de Luz y Fuerza y APUAYE, la asociación que reúne a los profesionales.

El vocero de APUAYE reafirmó la postura presentada ante el Ministerio de Trabajo y dijo que en ningún momento pensaron en trasladar el problema a los usuarios. Consideró «lamentable» que las autoridades de la distribuidora no hayan oído los reclamos durante este tiempo.

Tampoco avaló a Edersa el Sindicato de Luz y Fuerza. «Lo que nosotros reclamamos es una recomposición», dijo el representante que se expresó en nombre de los sindicatos de Río Negro, Neuquén y Punta Alta.

Pese a que se había anunciado la realización de un cuarto intermedio, el instructor Roberto Ferrero decidió no realizar ninguna interrupción. Ya al mediodía, prosiguieron las agrupaciones de defensa del consumidor, ADECO y DECOVI, con la misma postura de refutar fuertemente el planteo de la firma. Y luego, pese a que no se había anotado a tiempo, le dieron la palabra al representante de la CEB.

Si no hubiesen permitido esta presentación, Edersa se habría quedado sin ninguna voz de apoyo a su reclamo.

Finalmente se abrió el micrófono para el público que aún se encontraba en la sala. Habló el gerente general de Unter en Viedma, Pedro Bichara, en representación de varias organizaciones de esa ciudad que se autodenominan «vecinos indignados», y que en menos de una semana juntaron más de 2.000 firmas por el «no» al aumento. Otro viedmense planteó no sólo el rechazo al incremento sino además las deficiencias del servicio que padecen en esa zona.

Otras tres personas del público pidieron la palabra. Como en los demás casos, nadie negó la necesidad de que los trabajadores de Edersa reciban un aumento, pero coincidieron en que el mismo no debe ser afrontado por los usuarios. Luego de casi cuatro horas de debate, se dio por finalizada la audiencia.

Notas asociadas: «No es necesario el incremento» «Una presentación inoportuna» La CEB, el único apoyo

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