León Ferrari, un desafío al mundo de las sensaciones

El artista inauguró en Neuquén su muestra "Escritos en el aire"

NEUQUEN (AN).- Pocos artistas plásticos crean y reinventan el arte, siempre al límite de la provocación y la polémica, como León Ferrari. Sin embargo, la muestra «Escritos en el aire», que se podrá apreciar hasta el próximo 12 de febrero en el Museo Nacional de Bellas Artes, permite conocer un lado menos provocativo de este reconocido artista conceptual.

La muestra está integrada por esculturas de alambre, por grafismos escritos con tinta china, maniquíes en los que se plasman poemas y pasajes de la Biblia e imágenes de mujeres desnudas a las que se les sobreimprimieron poesías de Borges y Bretón en lenguaje Braille.

El viernes pasado, una multitud se dio cita en el MNBA para presenciar la inauguración de la muestra y conocer de cerca al artista. En el hall central y a modo de presentación preliminar se encontraban dispuestas unas «esculturas sonoras», de hierro y alambre que al ser tocadas emitían sonidos. El público agradeció el poder tocar las piezas, poder están en contacto real, con los cinco sentidos con el arte.

Cuando se abrieron las puertas de la sala principal, el entusiasmo del público, integrado en su gran mayoría por jóvenes artistas locales, llegó a su punto culminante. Es que por fin, se iba a poder conocer el misterio que encierra la obra de Ferrari.

Posicionarse delante de cada obra, era ser protagonista de un huracán de sensaciones. Delante de los grafismos en tinta china, era conectarse con las palabras reinventadas por el artista, que susurraban un mensaje en la subjetividad.

Las fotografías en blanco y negro de mujeres desnudas, sobre las que Ferrari estampó los poemas en Braille, fue otro viaje emotivo. Nada se podía leer, tampoco se podían tocar los puntos y rayas porque un vidrio lo impedía. Pero tampoco era necesario. Con la mirada atenta se podía descifrar el concepto, la idea de la obra y apropiarse de las sensaciones que el artista quiso generar.

Un día después, en el mismo lugar, Ferrari entregó un regalo más: sus esculturas sonoras. Eran «gigantes» de alambre y hierro, que al ser tocadas por las manos del artista se convirtieron en una orquesta metálica, con sonidos que transportaron al público hacia otra dimensión.

Los hierros chocaban, los alambres se entrecruzaban y el público estalló en aplausos.


NEUQUEN (AN).- Pocos artistas plásticos crean y reinventan el arte, siempre al límite de la provocación y la polémica, como León Ferrari. Sin embargo, la muestra "Escritos en el aire", que se podrá apreciar hasta el próximo 12 de febrero en el Museo Nacional de Bellas Artes, permite conocer un lado menos provocativo de este reconocido artista conceptual.

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