Fracasó las cuatro veces que intentó robar y ayer lo condenaron

NEUQUEN (AN)- «A la cárcel llegan los delincuentes fracasados», dijo el criminólogo Elías Neuman en una entrevista que publicó «Río Negro» el domingo. Y pude aplicarse a Juan Humberto Riquelme: cuatro veces intentó robar, las cuatro lo detuvieron. Ayer fue condenado a dos años y cinco meses de prisión de cumplimiento efectivo.

El fallo fue dictado por la Cámara Penal Primera en un juicio abreviado que acordaron la fiscal Elba Burgos Gallardo y el defensor oficial Carlos Lardit.

A Riquelme (29 años) se le atribuyeron cuatro robos en grado de tentativa. No llegó a consumar ninguno porque en todas las ocasiones lo detuvieron.

«El 17 de mayo de 2005, entre las 10 y las 11, el imputado y un menor de 15 años ingresaron a un dúplex ubicado en 12 de Setiembre y Bejarano previo saltar una reja de más de dos metros de altura. Cortaron los cables de la alarma, tiraron una puerta a patadas y estaban a punto de llevarse un radiograbador cuando fueron sorprendidos y detenidos.

«El 10 de junio de 2006, aproximadamente a las 11, Riquelme iba en bicicleta por calle Alcorta, entre Leguizamón y Nordestrom. Vio a una mujer que caminaba por la vereda y al pasar a su lado le quitó de un manotazo el monedero. Escapó pero a las pocas cuadras fue detenido por un policía.

«El 12 de abril de 2006 a las 10.45, otra vez acompañado por un menor de edad, utilizó unas tijeras especiales para cortar la cadena que amarraba una moto Zanella frente al hospital Bouquet Roldán. Justo pasaban por allí dos bicipolicías, que lo detuvieron.

«El 23 de enero de 2006 a las 15.50, Riquelme junto a dos menores de edad ingresó a una vivienda en Farallón Negro al 300 de Valentina Sur. Le costó trabajo: tuvo que sortear una chimenea de un metro de altura, trepar por un caño hasta el balcón de un metro más de altura y finalmente saltar la reja de una ventana de aproximadamente 1,20 metro. Quiso robar una sirena de alarma, a la cual le cortó los cables, pero otra vez fue sorprendido por la policía.

Por unanimidad, la Cámara lo condenó por cuatro tentativas de robo calificado a dos años y medio de prisión efectiva. Y lo mandó de inmediato a la cárcel, sin esperar que la sentencia quede firme, porque existe la posibilidad de que se fugue para no cumplir la pena.