El segundo del Vaticano presidirá la beatificación de Ceferino

El cardenal Tarcisio Bertone estará en Chimpay el 11 de noviembre.

El secretario de Estado vaticano, cardenal Tarcisio Bertone, presidirá la ceremonia de beatificación Ceferino Namuncurá, prevista para el 11 de noviembre en Chimpay, cuna del mapuche argentino.

El obispo de Viedma, monseñor Esteban Laxague, confirmó ayer en Buenos Aires la presencia del delegado del papa Benedicto XVI en esa celebración, la primera de este tipo que se realiza en Argentina, al presentar junto a integrantes de la Comunidad Salesiana la campaña nacional «Ceferino, hijo de Dios y hermano de todos».

«Es un acontecimiento de vital importancia para el pueblo y para la Iglesia argentina, porque Ceferino es el primer representante de los pueblos originarios de América del sur, que llega a tal instancia», dijo el prelado en una rueda de prensa que se realizó en el antiguo dormitorio que alojó al joven mapuche, en el Colegio Pío Nono, del barrio porteño de Almagro.

Laxague consideró que la beatificación de Namuncurá primer paso hacia la santidad representa, además, «un emblema de la valorización y el reconocimiento de la cultura y valores» de los mapuches.

En tanto, el padre Ricardo Noceti, párroco de Chimpay, explicó que la ceremonia de noviembre se llevará al aire libre, para «valorizar el cuidado de la tierra, al que fueron tan sensibles los hermanos mapuches», en el santuario-parque Ceferino Namuncurá, ubicado a la vera de la ruta 22.

La campaña eclesiástica de difusión será precedida por la peregrinación anual a ese solar natal del futuro beato, prevista para el último fin de semana de agosto con el lema «Con Ceferino, fieles a la tierra para llegar al cielo».

Fuentes religiosas dijeron a DyN que la «mayor preocupación» de los obispos radica en el hecho de que grupos mapuches, que cuestionan su beatificación, impidan llegar al santuario a peregrinos y autoridades mediante cortes en la Ruta 22.

El papa firmó el pasado 6 de julio el decreto que declara «beato» a Namuncurá, al reconocer un milagro de curación atribuido a la intercesión del indio patagónico.

El hecho ocurrió en 2000 cuando una mujer de Córdoba, de 24 años, se curó en forma «instantánea e íntegramente» de un cáncer de útero, y hasta pudo concebir nuevamente. La ciencia consideró que se trató de un episodio «absolutamente inexplicable», que luego corroboraron con otros estudios médicos anteriores y posteriores de la mujer, que acreditaron la desaparición de la enfermedad. (DyN)


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